al entrar a la casa agradecí a dios y al cielo por no encontrar a nadie en el primer salon de la entrada. caminamos juntos hacía la sala donde se encontraban las bebidas y aperitivos. El observo el lugar. 

- bastante amplio- yo asentí hacía el 

- no tan amplio para tantas personas viviendo- recorde mi discusión con Hanna de esta tarde.- puedes servirte lo que quieras, enseguida vuelvo- el asintio hacía mi y yo subí rapidamente las escaleras. 

corrí sacando mis zapatos, eran unos zapatos realmente incomodos para ir a un club. al dejarlos a un costado abrí mi vestido y lo deslice dejandolo en el piso, observe mi cabello y lo solte, este mismo callo largo en mi espalda y mi ropa interior color roja me decía que debía llevar algo sexy. Abrí mi armarío y encontre un vestido negro corto, lo veía realmente comodo, lo había comprado alguna vez en las mil salidas a hacer compras con mis hermanas. Me encontraba quitando la etiqueta cuando vi una figura p