Capítulo 48. Aparentar que todo está bien
Joseph abrazó a Paola y comenzó a darle besos en el cuello, soltó la crineja que se había hecho y alborotó su cabello.
—Contestame Joseph —exigió Paola mortificada.
—Ni idea de que hizo ella con eso, ella se encargó —contestó él concentrado en besarla.
— ¿Quieres decir que existen óvulos con tu simiente congelados en alguna clínica de fertilidad?
—Francamente no lo creo —Joseph le dio un beso ligero en los labios y metió sus manos dentro de su blusa—. Paola, Chloe no me quiso a mí, mucho menos iba a querer tener un hijo mío.
Paola le vio sentido a su razonamiento y se entregó a los besos y caricias de su esposo.
A la mañana siguiente Paola estaba contenta de que Joseph se ofreciera a acompañarla al hotel y a llevar a Emily al colegio.
En el camino que igual hicieron con el chofer, Joseph le preguntó a Emily.
— ¿Emily te gustaría jugar con la pequeña Daphne, la hija de Rebeka Larsson.
— ¡Sí!, yo le enseño canciones en español.
Joseph miró a Paola.
—Ayer mi amigo Diego vino a conversar