Capítulo 09. De tripas corazones
A la mañana siguiente después del almuerzo Joseph estaba en su oficina organizando su trabajo como gerente del restaurante y tocaron a la puerta.
— ¡Adelante!
La puerta fue abierta por Paola.
—Chef Joseph, vine por mi paga.
Joseph observó a Paola, por supuesto no tenía el uniforme del restaurante y ahora podía notar que la miseria no solo estaba en su casa, también en la ropa que usa, barata y ancha, para colmo acorde a una mujer mayor y de color mostaza, la hacía ver más gorda que con el entallado delantal negro.
Sin embargo ella tiene la cara en alto, mostrando orgullo y soberbia.
Joseph hizo un gesto de desagrado y asintió con la cabeza para que entrara.
Paola se sentó frente al escritorio y esperó en silencio.
Joseph buscó la chequera del restaurante y llenó el pago de una semana y lo puso frente a ella sin decir una palabra.
Paola vio el monto.
—Chef, yo tenía que estar aquí por un mes más.
Joseph la miró y cruzó los brazos.
—Pero no trabajará