Loli
Alaia, el señor Garnett y los niños han vuelto de su viaje, han sido un día entretenido en el que los niños me han contado emocionados como ha sido su estupendo fin de semana en uno de los casoplones que tienen para ir de verano aquí en Madrid.
Hemos terminado las clases de la tarde, dejo que se adelanten a la cocina y le pido a una de las chicas un poco de fruta y bocadillos para la media tarde de los pequeños.
Estoy terminando de armar un bocadillo cortándolo con un molde que tiene forma de dinosaurio para Noah, ya he terminado las estrellas de Alana, mientras escucho reír en el jardín a los pequeñines y de pronto aparecen en la cocina, los veo correr hacia mí en medio de lindas sonrisas.
—Loli, um café —dice Alana con su dulce voz agitada y Noah señala el patio donde puedo ver a Gavin quien nos está mirando y se ve un gesto animado en su rostro, vuelvo a ver a los niños y Alana estira sus bracitos ofreciéndome una pequeña caja.
La tomo y veo que es de mis pastelerías favoritas,