Abril Connor
Estoy con Leo y con Nico, que se quedaron conmigo después de que James se fuera. Él se quedó toda la noche conmigo y estoy muy agradecida por ese gesto. De Bastian no sé nada desde ayer y me preocupa. Una parte de mí desea verlo, pero otra no.
—¿Qué te tiene tan pensativa, pequeña? —pregunta Nico.
—Bastian, porque no ha regresado. —Ambos se miran como si me escondieran algo—. ¿Ustedes me esconden algo? ¡Ya suéltelo!
—Bastian descubrió quién te dejó encerrada.
—¿Qué? ¿Quién fue?
—Karen. —Esa loca, maldita, casi me mata. Estuve a punto de morir por ella—. Y hay una gran sospecha de que ella fue la que inició el incendio con ayuda de otra persona.
—No puedo creerlo, ¿y ahora qué pasará? Esa mujer tiene que ir a la cárcel.
—No lo sé. —En ese momento entra Bastian y lo veo demacrado, como si no hubiera dormido anoche. Algo lo tiene atormentado. Se acerca y toma mi mano.
—¿Cómo sigues?
—Bien, pero veo que tú no.
Bastian les lanza una mirada a Nico y a Leo para que se vayan. Esto