Por Pupy
Siempre termino pensando en Emma.
Creo que sacaría ventaja de cualquier situación y lo transformaría a su conveniencia.
Pienso en su auto, en sus zapatos de marca, en sus títulos y en su trabajo impecable.
¿De dónde salió esa mujer? ¿Por qué trabaja?
Su sueldo apenas debe cubrir el seguro de su auto.
Me intriga.
- ¿Cómo me estás ayudando?
La voz de Nicoll me trajo a la realidad.
-Podés crear tu propio negocio, empezá por vender la ropa sin usar que tenés y con eso, podés costear tus viajes.
Le digo, pensando en que algo por el estilo haría Emma.
En realidad, no estoy seguro si haría algo así, pero es una solución para Nicoll.
Todo me lo inspira Ema.
Ella es una mujer decidida.
-No te voy a rescatar, jamás.
Nicoll se mordió los labios, estaba nerviosa e insegura.
Recordé cuando mi secretaria se muerde los labios…
No lo hace por inseguridad.
¿Me quiere seducir?
Recuerdo su carita, expresiva pero indiferente.
Entiendo, aunque no me guste reconocerlo, que no todo pasa por mí.
-Te