Explicar a las gemelas que el hombre guapo que la besó no era su novio fue demasiado complicado, porque, como madre, no quieres decirles a tus hijas de tres años que puedes besar a alguien aun cuando no tienes una relación formal con él o algún sentimiento romántico de por medio, pero, al final, ellas se habían rendido de saber cuando algo más importante pasó frente a sus ojos: la película que deseaban ver.
Sin embargo, y aunque no le pasó por la mente que fuera posible, el tío de sus hijas también estaba interesado en conocer su relación con ese hombre, quizá por eso se sorprendió demasiado cuando le hizo la pregunta.
—¿De verdad no es tu novio? —preguntó Benjamín Anguiano cuando las niñas al fin se habían dormido y ellos caminaban de regreso al auto de ese hombre para llevar a Estrella a su casa, pues no le sabía bien mandarla en taxi luego de que prácticamente la habían sacado de su casa a la fuerza.
—No, no lo es —aseguró la rubia, un tanto cansada por todo, molesta por haber perd