Siento la calidez de unos labios en mi mejilla, abro mis ojos y lo veo, no es un sueño estoy en la cama con Cristhofer a mí lado.
—Amor disculpa, ¿te desperté?,es que no pude resistir la tentación de darte un beso, te vi tan hermosa, durmiendo así a mi lado, pareces un ángel.
—No te disculpes, me encanta que me despiertes así, pensé que era un sueño, pero no, aquí estoy contigo, ahora vamos a levantarnos recuerda que quedamos en salir con Jam y Fabiola.
—Sí, lo sé, pero todavía no, es temprano vamos a quedarnos un rato más en la cama, quiero mirarte, no me canso de verte, eres hermosa y lo más importante eres mía, te amo mi chiquita.
—Tú también eres hermoso, seguro y tienes a unas cuantas dando vueltas a tu alrededor, pero mucho cuidado mi señor, usted es mío, no se le ocurra mirar para los lados y mucho menos a Selena.
—Ni me la nombres, ayer estuvo en mi consultorio.
—¿A qué fue?
—A felicitarme y a invitarme a almorzar.
—¿Solo almorzar?