Pamela.
Al despertar me doy cuenta de que Alex está abrazado a mi vientre con una sonrisa en el rostro que me enternece pero todo el cariño que tenía se fue al diablo cuando Alex arrojó una lámpara a la puerta y grita como perro rabioso pero que carajos le pasa, tengo que hablar por él y despedir a la loba ya que al parece Alex está pensando con la cola, cuando estamos solos me levanto de la cama y tomo una de las almohadas para golpearlo con ella.
-Pero qué te pasa por qué actuastes así.
Alex se cubre la cabeza con los brazos como si los almohadazos que le esto propinando le dolieran.
-Lo siento, lo siento, es que molesto que nos interumpieran.
-Pero así no se debe de tratar a las personas.
-Ya Pamela si me duele.
Me detengo y lo miro con molestia como se lenta de la cama y toma su distancia para evitar cualquiera de mis ataques.
-Esta bien Pamela se que no estuvo bien pero estamos muy ocupados.
-Espero que jamás nuestro hijo entre a nuestra habitación.
-Pamela nunca le aré daño a n