Acción y Reacción. Parte II
Horas antes.
Anastasia, ¿Qué es lo que está ocurriendo? ¿Por qué estás gritando? ¿Qué pasa? –le preguntó el Rey a su hija.
Eso te lo respondo yo, tío. Gracias a Anastasia, Giselle no pudo llevar a cabo sus malévolos planes. Anda, dile al Rey lo que pensabas hacer Giselle. –dijo Adler enfurecido.
Adler tiene razón, papá. Giselle, dile ahora mismo a padre y a todos, lo enferma y loca que estás. Papá, esta demente se le abalanzó al Duque de Wellington para besarlo en mi presencia. Y, no sólo eso, luego de besarlo a la fuerza, le tomó una de sus manos e hizo que él le tocara sus senos. No le interesó que yo estuviera presente para hacer esa aberración. –le dijo Anastasia a su padre.
¡Eso es mentira! Majestad, Adler me tocó y me besó por voluntad propia. Y, si yo se lo permití, es porque él me ama y quiere casarse conmigo, él quiere convertirme en su Duquesa. –gritó Giselle con rabia.
¿Te volviste loca? Yo a ti no te amo. Y, escúchame bien, jamás me casaré contigo, porque antes que es