Valerie Ghill─ ¿España? ─ Le pregunté a Franchesco, frunciendo el entrecejo. Abigail, es la que más había insistido en la firma del contrato y es la que no podía viajar todavía por la beba.─ Sí, les dije que teníamos un evento programado, hay un contrato con el Hotel Lumbardi de España, para un gran evento, se casa una personalidad artística.─ ¿Para cuándo es el matrimonio y a quien debo contactar para conocer sus gustos? ─ Pregunté un poco nerviosa. Una cosa era planificar eventos sencillos y otra cosa era planificar eventos de mayor magnitud.─ En cuarenta y nueve días será el evento y en quince días podemos viajar para que conozcan el lugar, aunque si desean hacerlo antes me informas y reprogramamos el viaje. ─ Pronunció y a mí, casi se me salen los ojos.─ ¡Queeee! ─ casi grité.─ ¿Cómo que en cuarenta y nueve días? ─ Le pregunté y de verdad, me estaba arrepintiendo de haber firmado el contrato hacía solo una semana.─ Te pedimos un mes y medio, para cumplir con nuestros
Valerie Ghill─ Yo, puedo hacer el primer viaje, podría cuadrar con Hailey, a ver si nos acompaña, de seguro ella, podrá ayudarnos en eso de aves volando, ─ propuso Abigail.─ Sabes bien, que yo debo observar para que mi imaginación se expanda, ─ pronuncié.─ ¿Yo puedo ir para España? ─ intervino mi hijo.─ No queda de otra, ─ le respondí.─ Puedes quedarte en la casa, ─ refirió Ashley.─ También en la mía, ─ refirió Abigail.─ Prefiero conocer España, ─ se animó Sebastián.─ Para observar el lugar pueden ir tía Abigail y tú, que ese sería el viaje más corto, en los otros cuadramos fechas y yo te acompaño, ─ musitó Ashley, y creo que sería lo mejor.─ Hablaré con el señor Lumbardi, para partir después del evento de los niños del hospital.─ Lo podemos hacer simultáneo, yo me quedaría aquí cumpliendo con los eventos, propuso Ashley, y también era una buena idea. Continuamos revisando todo, pero no se me salía de la cabeza, que necesitaba una lluvia de ideas. Abigail, se retiró y Ashley
Valerie GhillLumbardi, pasó su brazo izquierdo por los hombros de Ashley, sacándola de la habitación. Noah y yo, nos quedamos observando la acción, mi amigo de infancia con su mandíbula apretada; al parecer no le agradaba tal situación, yo desvié la mirada, tratando de no darle importancia, aunque la realidad no era esa. A los minutos Ashley, ingresó con una sonrisa de oreja a oreja, llamando nuevamente la atención de Noah. Ashley, se acercó al pequeño de la emergencia y el niño, a pesar de que tenía sus ojitos bastante triste, observó a mi sobrina preocupado. Ella, lo tranquilizó y yo, me estaba llenando de curiosidad con respecto al pequeño.─ ¿El señor Lumbardi, ya se retiró? ─ Le pregunté a mi sobrina.─ Sí, se fue hace rato, ─ respondió ella sonriendo. Noah, levantó una de sus cejas y observó a su novia, bueno, yo pensaba que todavía eran novios.─ Es hora de retirarnos, en una hora viajamos para España, ─ le recordé a Ashley. Ella, respiró profundo, habíamos decidido rea
─ No sabía que se había presentado una emergencia, ─ le dije ingresando al ascensor.─ En este piso no, pero sí en el piso uno, en el área de urgencias. Habrá un nuevo ingreso por servicio social, más tarde lo subirán al piso, ─ informó. El ingreso por servicio social solo significaba que la familia no tenía recursos para costear los gastos de una enfermedad, suspiré saliendo del ascensor y caminando el largo pasillo hasta llegar a uno de los cafetines del hospital. ─ No puedes permitir que un paciente te afecte tanto, no podemos bloquearnos, Ashley. ─ Protestó Noah, sabía que esta invitación era para reprocharme mi comportamiento. ─ ¿Cómo puedo convertirme en un ser que no soy? ─ Me sinceré con él.─ Pero, no puedes dejar que te afecten de tal manera o morirás de un ataque cardiaco o de una depresión. Tienes que ver los niños que presentan algún tipo de cáncer no como personas moribundas, sino como personas que necesitan más atención y cuidados especiales. No puedes bloquearte
Ashley Freetman.Tomé mis cuadernos, guardándolos apresurada en mi bolso. ─ ¿A qué se debe tanta prisa? ─ Preguntó mi amiga Mariluz.─ Es que seguramente va adelantar la fecha de su cumpleaños ─ se burló mi amigo Alexander y hermano de Mariluz. ─ No querido, para esa fecha faltan todavía algunos meses y primero vienen las fiestas decembrinas y eso es sinónimos de eventos para nosotros ─ le recuerdo a mis dos amigos. ─ ¡Por Dios! no sé porque todo el mundo se antoja a celebrar su boda en Diciembre o sus celebraciones en ese mes ─ murmura Mariluz, recogiendo también sus cuadernos apresurada. ─ Pensé que hoy iríamos de reventón para celebrar que ya culminamos por el momento con la universidad ─ manifestó Alexander, rodeando la espalda de Mariluz y la mía, para salir los tres hacia el estacionamiento de la universidad.─ No puedo, me comprometí con las tias Valerie y Abigail, para ayudarlas en la agencia a organizar los eventos que están pendiente y mañana a primera hora presto colabo
Ashley Freetman.─ Doctora, Ashley. ─ susurra uno de los niños sentándose en la camilla para abrazarme. Acción que se detiene cuando observa a los pocos pasos la cadena de médicos. Igual lo abrazo aunque sé que me ganaré la reprimenda del siglo. ─ A lo que todos se retiren del pasillo yo vuelvo a dejarte tú sorpresita ─ le aseguró al niño y así será, hoy les he traído las ricas gelatinas que sé cuánto le gustan y que mi amigo Mésele, con toda seguridad las tiene escondidas. ─ ¿Cuándo culmine la guardia te marcharás? ─ Pregunta el niño mirándome entristecido.─ No, la doctora Ashley, tiene guardia toda la noche hasta mañana ─ mencionó el doctor Noah, acercándose, el niño sonrió y yo moví su cabello sonriendo.─ Este Guerrero presenta un Neuroblastoma en glándula suprarrenal, está iniciando en el tejido nervioso ─ explica el doctor Noah, a los médicos que están recorriendo el área para recibir la guardia que inicia desde las ocho de la noche hasta las ocho de la mañana, los colaborado
Ashley Freetman.Eran las ocho de la mañana y estábamos haciendo el recorrido para entregar la larga y agotadora guardia de veinticuatro horas. A pesar de haber descansado dos horas me sentía agotada y todavía debía ir a retirar los pedidos que había apartado para los eventos.Después del recorrido entregando la guardia, busqué mis pertenencias y me fui a los baños del personal médico, me duché y lavé mi cabello, para eliminar un poco ese cansancio agotador de mi cuerpo. Sequé mi cabello con una toalla para luego envolverlo y mi cuerpo con otra toalla saliendo de la ducha y vistiéndome con un jeans y una camiseta, unos zapatos deportivos cubrieron mis pies, un brillo labial en mis labios, retiré la toalla de mi cabello apliqué crema de peinar y procedí a desenredar mi cabello.Llego al Star médico a despedirme y la doctora Black, va saliendo, me saluda un poco desanimada y yo lo hago sonriéndole. El doctor Noah, está allí esperándome, le sonrío notando que el ir de compras inf
Ashley Freetman.─ ¡Oh Dios! todo está quedando tan hermoso ─ salta emocionada mi hermana Samantha.─ Necesitamos recrear más nieve ─ les digo a los chicos del colegio.─ Ya creo que pretendes que patinemos aquí ─ se ríe mi hermano Andrew. Los chicos definitivamente no nacieron para la decoración.─ Esa es el área de los dulces ─ le recuerdo a Jaime, cuando noto la intención de vaciar lo que asemejará la nieve en el salón de clases de los chicos. ─ ¡Ah! pensé que aquí también llevaría nieve ─ se ríe Jaime, cuando uno de sus compañeros le lanza una pequeña bolita de nieve. ─ No, tendremos el mundo de la nieve y el mundo de los dulces y ese lugar es para el último ─ murmuré.─ Mejor se van al lado de la maestra a decorar el árbol y las chicas y yo nos encargamos de esta área ─ mencioné guiñándole un ojo. Andrew y Jaime, sonrieron mucho más complacidos.─ ¿Cada cotillón tendrá un cascanueces? ─ Preguntó una de las niñas emocionadas.─ Claro, mañana cuando sea el encendidos de luces cad