Pasaron algunos dias, Max solo había hablado con Fernanda por teléfono, su hijo queria volver a verlo, pero estaba muy ocupado.
Tenia muchas cosas que resolver, logró cerrar con éxito algunos de sus casos, y no aceptó nuevos.
El fin de semana decidió ir a ver a su hijo.
Al llegar no los encontró, asi que la llamó.
-*¿ Están bien?.
- Si- dijo confundida por la pregunta. - ¿Hay algún problema?.
- Ninguno, solo queria ver a Max.
- no dijiste que venias, estabamos por regresar.
- Entonces esperaré *
Max vió a su hijo, a lo lejos, fue a su encuentro y lo abrazó.
- ¡Hola amigo!.
-¡Papi!.
- ¿ Cuantó te quedarás? - preguntó al ver su maleta.
- Todo el fin de semana, si me aceptas.
- Claro, puedes dormir en el sillón.
Él le lanzó una mirada interrogante.
- No debo meter hombres extraños a mi cama.
Maxi corrió adentro de la casa.
- Mami, ya quiero dormir.- dijo frotando sus ojos.
- Ya voy cariño.
Cuando se duchó y se vistió, lo arroparon, y estuvieron junto a él hasta que se quedó dormido.