¿De Verdad es un Magnata?
¿De Verdad es un Magnata?
Por: FannyMotta
Capitulo 1

(Juliana Lueni - Brasil)

Llego en casa y el teléfono fijo suena, contesto el teléfono y siento que mi cuerpo se estremece ante el sonido de su voz, profunda y arrogante. Nostalgia de oír tu voz gemir baixinho en mi oído.

¿- Ella ya embarcó?

- Sí, acabé para volverme del aeropuerto - clarifico, ruedo mi dedo en el alambre del teléfono y muerdo mi labio inferior - Cuando la gente va a poder verse de nuevo…

- Buen trabajo - él desconexión el teléfono. ¡Gran culo!

¿Por qué los chicos más calientes tienen que ser tan arrogantes? En fin, la vida sigue, solo pude tenerlo una vez en mi cama. Y esta vez le bastó a este cabrón saber todo sobre mi vida y tenerme en la palma de su mano.

¡Desgraciado! Me obligó a convertirme en maestra en esa m*****a universidad solo para acercarme a esta chica. La actriz que vive dentro de mí merece ser aplaudida, soportar a esa chica de la favela tan cerca de mí era demasiado asfixiante, solo olores de ella me dio náusea. Durante todo un semestre traté de entender qué tenía ella para llamar la atención de ese hombre, pero no pude descifrar nada.

¿Cómo una faveladinha como ella logró obtener la protección de ese demonio en forma de personas? Que es tan especial sobre ella? O… ¿Será que ella es una mercancía?

(Renata Pellegrini - Estados Unidos)

— Usted va a dejarse bien — los intentos del Carol para pasarme confianza.

— Gracias por todo, señorita Carol — doy gracias, aunque que yo no puedo pasar la entrevista, lo que ella y mi maestra están haciendo por mí, no puedo encontrar una manera digna de decir gracias.

—¿No se olvida de respirar, está bien?

— Por que eu me esqueceria disso? — pergunto confusa.

- Lo sabrás con el tiempo - ella centelleo y ella camina las paradas lejos de mí, dejándome en el frente de este edificio enorme.

Los colores azules dominaron, apenas se veían las partes metálical, el vidrio espejado cubría todo como si fuera una sábana, con certeza tienen más de quince pisos aquí.

Respiro profundamente, no tiene ni dos horas que que pisé en tierra firme y ya me siento como si me ahogara. Del aeropuerto hasta que el apartamento - en el coche - tomó treinta minutos, tenía solamente tiempo para tomar un baño, ponerme mi ropas sociales y para peinar el pelo en una cola del caballo (la señorita Carol que dijo se arreglara el pelo de esta manera, ella dije que al jefe gusta así).

Desearía que mis padres estuvieran vivos, realmente desearía poder traerlos conmigo, les da una vida mejor. Tenía muchas ganas de verlos sonreír, ni ese era solamente una más vez…

“No es hora para tener pensamientos tristes” - Bato en mis mejillas y el estufo el pecho, ahora es hora para tener coraje.

Abro las puertas y el seguro firme las manijas de mi bolsa, necesito para encontrar con el encargado y para entregarlo a la letra de la recomendación, mi miestra me dijo que tan pronto como entregara, sea contraída prácticamente, era solo para decir el nombre del amigo de ella: Matteo Valentini.

¿Será que este hombre es algún pariente del Filippo? Ellos tienen el mismo apellido, pero nunca encontré nada sobre este Matteo. No importa, deseo solamente ser contraída, y si este nombre va a garantizar esto a mí, que es así.

Abro las puertas y entro en el edificio, el interior es mucho más lujoso que el exterio, necesario controlarme, este ambiente ahora va a ser mi sitio de trabajo, tengo que tratarlo como si fuera cualquier otro lugar.

Me acerco al mostrador, mis piernas se relajan, pero a medida que me acerco, mi mandíbula se tensa.

—¿Cómo puedes ser tan incompetente, sus imbéciles…

—¡Buonas díaz! - interrumpo a la chica rubia que me mira de arriba abajo.

- ¿Quién eres tú? – pregunta, puedo leer en sus ojos que piensa que alguien como yo ni siquiera debería pensar en pisar ahí – ¿Estás perdida? ¿Sabes que esto es la Computing Diamond?

Me contuve para no poner los ojos en blanco, qué rabia que me trataran así, incluso en Brasil la gente me miraba así, ¿por qué pensé que sería diferente aquí?

— Soy Renata Pellegrini, vine a...

— Oh, sí, Carol me dijo que vendrías aquí.

Entonces ella debe ser la gerente de este lugar, ella no me gustaba, pero ¿qué puedo hacer? Aceptar y esperar a ser contratada, no tengo ni cinco centavos en el bolsillo y mucho menos un dólar.

— Me alegro de que ya estuvieras al tanto de mi llegada...

— No solo la tuya, también se mencionaron otras personas que estarían hoy aquí.

¿Esa mujer gruesa, de modo que ser así? Rê respira, usted él necesita este trabajo, y tendría que ya ser acostumbrado de tratar así de la gente.

— Entiendo, así que supongo que sabes que vine aquí para la entrevista para el puesto de...

— Va sin embargo.

—¿ Qué!?— centelleo mis ojos en la confusión.

—¿Por casualidad eres sorda? Usted no estás a nivel para trabajar aquí, mira tu ropa, ni siquiera te has maquillado. Vuelve hacia el lugarzinho adonde usted se fue.

— Por favor no hagas esto, yo vino de muy lejos, me dijeron que estaba prácticamente contratada, que la entrevista solo iba a ser una formalidad, dejé todo lo que tenía para venir aquí, por favor dame una oportunidad, yo prometo que no te arrepentirás! - digo todo a la vez, mi corazón late irregularmente dentro de mi pecho. Presiono mi lengua contra el paladar, yo no puedo llorar aquí, no en el frente de toda esta gente.

Tenía la noción quizás yo no fui aceptada, pero nunca pasé para mi cabeza que ni llegaría para hacer la entrevista. Si yo estuviera allí en Brasil, seguro que no me humillaría así, quisiera o no, tenía una casa a la que volver y podía buscar trabajo en otra parte, pero aquí no sé nada y el techo solo está garantizado por treinta días.

Ella me mira con una sonrisa maliciosa en su rostro, bajo su mirada me siento inferior, ¿cómo alguien puede ser tan arrogante?

— ¿Entonces, ¿estás dispuesta a aceptar cualquier servicio??

¿Yo estoy? Vine aquí para convertirme en la asistente personal de Filippo, pero como van las cosas, ni siquiera pondré un pie aquí mañana, mejor acepto lo que hay disponible, no quiero pasar hambre.

—Sí!— no obtengo para ocultar la decepción en mi voz, necesito urgentemente aprender a no dejar que mis sentimientos se muestren.

- Muy bien, tiene un vacante del faxineira abierto, si la quieres, es tuya.

¡Qué gran nastiness! No quiero menospreciar a los que trabajan con la limpieza, porque en cierto modo la empresa solo funciona porque limpian el medio ambiente, pero es que estudié mucho para conseguir un buen trabajo, y al final terminaré como una simple señora de la limpieza.

No importa lo que me dicen, esto está frustrando, deseé trabajar delante de una computadora, y no de la limpieza privada.

— Sí, lo quiero — respondé — ¿Cuándo empiezo?

- Ahora, viene con mí.

La sigo, caminamos hasta el final de un pasillo, nos detenemos delante de una puerta del aluminio, buena, parece que ni todo es tan lujoso.

—Aquí es el cuarto de preparación de los empleados del personal.

Nunca pensé que algún día escucharía ese término, pero en fim, ahora solo soy solamente una criada, no obtuve un puesto de liderazgo, como gerente, por ejemplo.

Entra y entro pronto detrás, abre la puerta veinte y tres y me entrego la llave del armario.

- El uniforme que está aquí está del P, debe caber en usted, va si está visto pronto.

Voy hasta que el armario y yo cogemos las ropas: verde del jaleco, delantal blanco con dos bolsillos frontal, pantalones en la misma tela que jaleco. No sé para decir que que weaveeed es, pero no es una tela gruesa.

—Ah, yo no dije mi nombre, yo soy Veronica.

—Es un placer conocerla…— extiendo mi mano por cortesía, pero ella pone los ojos en blanco.

—Vamos a lo que interesa, ayer la noche, Sr. Valentini me ordenó limpiar su oficina,como pueden ver andábamos escasos de faxineiros. Él aún no ha llegado porque está en una reunión fuera de la empresa, quiero que limpies bien su habitación antes de que llegue, que no toques nada y que estés fuera de esa oficina cuando llegue, y cuando te pase, agacha la cabeza y nunca mires a los ojos de él, ¿entendido?

—Sí señora.

Ay que odio, como queriadar pauladas frente a esta mujer infeliz.

—Excelente, eso es el material que utilizará - ella señala con respecto a otra puerta de aluminio.— El elevador de las aplicaciones de los faxineiros y va pronto, usted tiene solamente cuarenta minutos.

Ella se va y me deja sola en el vestuario, espero que el destino no me depara más sorpresas negativas.

Tomo los materiales y me dirijo al ascensor, se me olvidó preguntar en qué piso estaba el señor Valentini, apretaré el último botón, sea el que sea.

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