Capítulo 3: ¿Cobarde o inteligente?

Lilian

Sus manos acarician mi cintura, presionando con sus pulgares mientras lo siento dentro mío, tan brusco tan...

— ¡Mierda! — apago mi consolador frustrada enoja y demasiado necesitada.

Miro el techo mientras escucho los golpes en la pared continua, con razón Tomi se quejaba de las paredes finas. Creí que papá y mamá eran más tranquilos, pero ya veo que no, porque el contante golpeteo que se escucha desde su habitación es un claro indicio de que ellos si no pierden el tiempo.

¡Los odio, me desconcentran!

Parece que hoy me dormiré así, frustrada, porque no puedo imaginarme teniendo sexo con Danniel si mis papás tienen sexo en la habitación de al lado.

Guardo mi consolador, bendito amigo que me ayuda en mis noches solitarias y trato de conciliar el sueño.

¡Ay que odio!

........

Knock Knock

El sonido de la puerta me despierta, no abro los ojos porque aún tengo mucho sueño.

— ¡Lil!— escucho a mi mamá y después aún sin abrir los ojos busco mi celular.

Abro los ojos para ver la hora.

— ¡Mierda!— me siento bajando los pies — ¡Auch! — mi pie me duele un poco por lo brusco que pise el suelo.

— ¿Estás bien? — mi mamá a veces se preocupa por mí.

— Si, pasa — abre la puerta, entra y cierra.

Mira mi pie vendado de una manera tan prolija y frunce el ceño.

— Lilian, te lastimaste y no me avisaste, encima te vendaste para el culo.— la mira con asombro total.

— Hey que lo hizo Dan — me mira sorprendida.

— Lilian ¿Qué hiciste? — gesticulo un "Yo".

— Nada, ¿Por? Me corte el pie y el solo me ayudo — me mira aún sin entender. — No hice nada malo, que me tenes que estar retando como si tuviera 15 años. — levanta las manos con inocencia.

— Solo pregunte porque se fue, hoy a la mañana dijo que hablo con su prima que es la cuñada de Sam y se va a quedar con ellos, puso escusas de pasar tiempo con su sobrina o algo así— frunzo el ceño — Yo dije, esta piba algo le hizo, por esto pregunte.— la miro encogiéndome de hombros.

— Te secuencio, me subí a la mesada a robar cereales me asuste porque apareció de la nada, me caí rompí un vaso y me clave los vidrios en el pie — la miro como diciendo "¿Que hice mal?

— Bueno creo que...

— Ah y cuando me ayudo a entrar a la habitación, puede que ¿Le haya insinuado que me lo imaginé en la habitación pero con otras circunstancias? — levanto las cejas sugestivamente.

Mi mamá revolea los ojos y niega.

— Ahí está la razón de que se haya ido — abro los ojos ofendida.

— Ay, ¿Tanto se va a asustar? Eso le debe pasar seguido, que me ignore y listo ¿Eh? — la miro con obviedad.

— No sé, pero lo espantaste Lil — mi mamá abre Ma puerta — O no... — niega y estoy segura que ella acaba de pensar lo mismo que yo.

— ¡No estoy loca!— grito mientras se va.

Algo que siempre me va a gustar es que mamá y yo siempre pensamos lo mismo y es genial, a veces ella lo piensa antes.

Ay Danniel, ¿Así que huiste? Lo único que lamento es que ahora ¿Cómo hago para acercarme?

......

— Y vos ¿A dónde vas? — mi papá me mira, mira mi maleta, luego mi pie. — ¿Qué te pasó? — ruedo los ojos mientras termino de bajar las escaleras.

— Me voy a lo de un amigo — frunce el ceño — Es Demián— aclaro aún dudosa si ahí es a donde iré, Demiancito me va a pegar una patada en el culo.

Mi papá me miro dudoso y asombrado.

— Es mi primo que te pasa, después mi pie, me lo corte sin querer, ¿Termino el interrogatorio, señor Echeverría?— mi papá abre su boca asombrado.

— ¡Lil!— me acerco y le doy un beso en la mejilla.

— Papi sos rompe bolas, si me voy es porque voy no podes dejar quieta tú...

— ¡Lilian!— mi mamá abre los ojos para que no me pase de la raya.

— Bueno, fíjense de no solo taparse la boca, sino también que la cama no choque la pared — miro a mi mamá que se mata de la risa, mi papá esta rojo y creo que quiere meter la cara en su tasa.

— ¡Atenea!— regaña a mi mamá que está muerta de la risa.

— Ay Erik, te dije, me diste con mucha fuerza — no aguanto y estallo en una carcajada.

— Atenea, está Lilian— dice mi papá entre dientes.

— Tranquilo Pa, yo me voy, rompan la casa tranquilos — Sacudo la mano a modo de saludo.

— Cuídate hija, gracias — escucho a mi mamá mientras salgo y sigo escuchando su risa.

Mamá y papá son eso, ella una loca descarada sin una pizca de vergüenza y el fingiendo ser correcto frente a mí, porque estoy seguro que papá es un descarado como mamá.

Subo todo al auto y veo a mi papá salir apresurado.

— Lil hija, me olvidaba, mañana vos y tu amiga tienen que estar a las 8 de la mañana en la empresa — asiento, casi me olvido si no me avisa.

— Si ahí vamos a estar, ahora le aviso — sonrío subiendo a mi auto.

— Cuídate Lil — saludo con mi mano mientras arranco el auto rumbo a lo de Demián, pobre mi primo, pero es su culpa por ser el único soltero y con casa.

.......

— Lilian, sabía que vis te ibas a abusar de mi hospitalidad, no vas a vivir acá— niega mientras agarra mi maleta y la lleva hasta la puerta.

— Demián, ¡Por favor! — lo miro con mi mejor cara de borrego.— Estoy muy enojada— me mira interesado.

— ¿Qué pasó? — es chismoso Demiancito.

— ¿Sos chismoso? — Se encoje de hombros.

— Solo, en una casa, haciendo un celibato prácticamente, en cualquier momento voy a tejer Lilian — me estallo en una sonora risa.

— Ay Demián, sos gracioso — rueda los ojos— Te voy a contar pero si me dejar quedarme — resopla y se apoya en la mesa haciendo un movimiento hacia arriba con la cabeza.

— Dale larga ¿Qué pasó? — me apoyo en el respaldo del sillón.

— Me enamoré— me mira y se ríe a carcajadas.

— Dale Lilian no se jode con esas cosas — ruedo los ojos.

— ¡Bueno! Digamos que... estoy cautivada por un hombre — arquea una ceja divertido — Es maduro, lindo, sexy pero un cobarde— Demián se muestra interesado.

— ¿Cobarde? — suspiro y miro al techo.

— Es amigo de papá y... — Demián de parte de la risa — ¿Qué?— hago un movimiento agresivo con mi cabeza hacia arriba.

— Lil, un amigo del tío Erik, ¿Tan necesitada estás? — sacudo mi mano porque es un tarado.

— Ese tipo está más fuerte que vos, así que cerra la boca, el problema es que resultó asustadizo — hago un puchero.

— Jodeme, ¿Pasó algo? — niego decepcionada.

— Solo le insinué algo, como... que me espera tener sexo con él— abre los ojos espantado — No lo dije así, lo insinué— rueda los ojos divertido. — Y huyo, se fue, se estaba quedando en casa y se fue ¡Cobarde! — Demián niega

— Inteligente diría yo — arqueo una ceja — Si boluda, él tío Erik le puede cortar las bolas si se entera que su amigo se coge a su hija — se mata de la risa otra vez. — Un hombre inteligente, aparte por ahí, no le interesa una chiquita de 23 años, ¿Cuántos tiene el viejo? — resoplo.

— No es viejo y no sé la edad, pero supongo que la misma que papá — niega acercándose.

— No le interesa Lilian — apoya su mano en mi hombro y se la saco enojada.

— Eso ya lo veré— agarro mi maleta subiendo las escaleras.

— Ya sabes...

— ¡No entro a tu habitación! Lo se Demián — dios, este es más molesto.

......

— ¡LILIAN, TU TELÉFONO ESTÁ SONANDO! — Abro los ojos como puedo. — ¡LILIAN LA PUTA MADRE, APAGA TU TELÉFONO!— me sobresalto y veo mi teléfono que suena y suena con la alarma, me re dormí.

— ¡Perdón! — me levanto preparándome para ir a la empresa.

Busco una ropa simple pero que me haga ver bien, no me esfuerzo demasiado.

— Buen día, no me mates tengo que ir a trabajar — Demián me mira serio.

— Me despertaste en medio de un buen sueño— reclama enojado.

— Perdón, tendrás que masturbarte con Penny otro día, que culpa tengo — abre los ojos como si me quisiera asesinar. — Ya, ¡Lo siento! — salgo corriendo por la puerta — Te quiero primito — grito mientras salgo.

Creo que debo buscarme algún lugar para vivir, Demián me matara en muy poco tiempo.

Ring!

— Hola Ámbar! — atiendo mientras enciendo el auto y conduzco a la empresa.

— ¿Lista? Decime que viniste hecha una diosa, yo me puse todo encima, quizás conozca a un empresario maduro como esos que vos decís — me río.

— No me interesa ningún empresario, ya conocí a uno que va a ser mío.

— Okey, yo ya llegue y estoy en el café de enfrente.

— Bueno, te dejo que estoy manejando en 5 llego.

........

— Dale que no quiero llegar tarde — Ámbar me apura y yo ni ganas de estar todo el día con un viejo que se cree superior.

— Hola! — Ámbar entra a la oficina de mi papá y yo sigo en mi celular.

— Llegaron, ya estamos todos entonces— Miro a mis costados y otras 4 personas están en nuestro grupo — Él les va a estar enseñando todo lo que necesitan — si si claro, ni necesito verle la cara, debe ser un viejo amargado.

— ¡Uy está bueno! — me susurra Ámbar.

Levanto la vista y automáticamente le pego en la nuca a Ámbar.

— Ese es mío! — sonrío porque definitivamente esto no termina acá.

¡Hola Danniel!

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