Sin dudarlo, estube deacuerdo con Lex porque no podía imaginar a mi familia sin mí, aunque en el pasado vivieron bien sin mí...
No podría imaginarme vivir en el más allá sin ellos si existiera un más allá. ¡Diablos! No habría nada bueno en un lugar donde mi familia no estuviera...
—¿Puedo ir contigo papi? Yo también puedo pelear —Katie me trajo de vuelta a la realidad.
De verdad que ella podía pelear. Había estado entrenando con Seth y Tara, la guerrera más fuerte si mi mujer no estaba en el grupo. Mi hija era una pequeña guerrera, pero esto no era para ella. No la querría en el campo de batalla.
Su inocencia debía ser protegida durante el mayor tiempo posible.
—Lucharás aquí junto a Mia y con todos los demás que se quedarán atrás. Necesitan que los protejas —respondi.
Katie no parecía convencida, pero asintió con la cabeza mientras Kyle nos miraba. No pronunció palabra alguna.
—¿Todo bien, amigo? —pregunte.
Mi hijo me sostuvo la mirada por un segundo antes de mira