El beso no duro mucho, pero si lo suficiente para dejarlo fuera de juego.
Y a mi con miles de sentimientos flotando en mi corazón.
Sentí el brazo de alguien alrededor del mío y después un fuerte jalón, no lo pensé dos veces y al sentir el aroma de Mikeyla giré y la empuje lejos de mí.
- ¡COMO TE ATREVES A BESAR A MI MATE MALDITA NO VES QUE ME HACES DAÑO! – grito cerca de mi cara apunto de golpearme, pero un cuerpo se interpuso entre ella y yo.
Kilian.
- ¡YA BASTA! – gritó. Mikeyla se encogió en su lugar, yo por otro lado lo miraba atontada. Estaba tan guap