31. Bienvenido
—¿Estás celosa? —pregunto.
—Sentí rabia al imaginarte besando a alguien —confiesa—. Pero soy consciente de que no teníamos una relación —expresa con seriedad.
Entramos a la casa, subimos a su habitación, dejo mi mochila en el closet, me pongo el pantalón del pijama y salgo. Destiny ya está en la cama y me acomodo a su lado.
—¿No vas a preguntar nada? —indago acariciando su brazo.
—No sé si es buena idea —responde.
—Te voy a explicar, no quiero que haya ningún malentendido entre nosotros —afirmo—. Al regresar del viaje, mi hermana hizo una cena con algunos de mis amigos y Adreina, su asistente —explico y me mira esperando que continúe—. Al finalizar, me pidió que la llevara a su casa, mi hermana suele ser algo insistente y al parecer ella imaginó que me había ido mal en el viaje, por lo que de alguna manera ilusionó a la pobre chica, pensando que eso me haría sentir mejor. Al dejarla su casa y antes de que pudiera irme, me besó.
—¿Cómo reaccionaste? —interroga.
—Me sorprendí y me