Cuando me desperté en la mañana, sentí que me miraban y voltee mi cara y Adam estaba ya bien despierto, observándome sonriente y acariciándome mi cabello y soltó.
—Buenos días, dormilona
Lo miro, estaba sonriendo, no estaba triste, de que ese era mi miedo y le conteste
—Buenos días, madrugador
Nos reímos, pero se sintieron pasos que venían hacia el dormitorio y Adam se viró al otro lado haciéndose el dormido y la puerta se abrió muy despacio, dejando entrever a Joseph con cara somnolienta, llego hasta la cama, dio la vuelta se acercó a mí y me dio un dulce beso en mis labios y susurro.
—Dianne… Dianne, despierta… despierta amor, se te ve linda dormida, Dianne
Me moví como si estuviera despertando, abrí un poco los ojos y dije
—Hola
Bostecé largo, lo vi sonreír, se agachó a besarme, le devolví el beso y acoto
—Dianne me voy a la universidad, mi papá sigue dormido, déjalo que duerma lo que quiera, así no extraña a mi mamá
Lo miraba triste y yo contesté
—Anoche ha