Cap5 El Súper Tobby

Han pasado exactamente dos días desde mi última conversación con Lorenzo, el parece no comprender que el alcohol afecto tanto a mis neuronas que no puedo recordar nada de lo que sucedió esa noche. Me ha evitado en todo momento, e incluso hasta en los ensayos me ha evitado. ¿Me ha afectado? Si pero a la vez no.

Sobre la escuela, puede decir que aunque soy una de las mejores en los turnos de clases, me he convertido en alguien algo popular y objeto de burlas por culpa de Vizcaya, pues me han dicho hasta que soy una ofrecida por unas fotos que se subió comiendo en un McDonald con los chicos.

Aunque decidí quedarme hoy en casa, pues la cabeza me dolía demasiado luego de una noche intensa de lectura por mi nueva novela de Danielle Steels titulada “Imposible”. Decido que es hora de dejar mi mundo de unicornilandia para ir a la cocina a prepararme algo de comer.

Con mi pijama puesto de unicornio, mis pantuflas de abeja y un antifaz de ojitos de unicornio puesto en mi cabeza, acompañado de un moño despeluzado, salgo a comer algo cuando veo la escena más asquerosa del mundo.

— ¡Mierda! — me giro para no ver más la escena de Lorenzo agarrándose a una chica en la encimera de la cocina— Lorenzo, tienes un cuarto para hacer todas esas cochinadas, en la cocina ¡No!

Me giro lentamente para ver si pararon la escena y encuentro a Lorenzo riéndose pícaramente, agarra de la cintura a la chica que es morena de buen cuerpo que estaba semidesnuda, la cargo entre sus brazos y se la llevo para el cuarto. Yo sin quedarme callada le enseñe el dedo del medio antes que cerrada la puerta.

Agarro mi toallita húmeda que traía en uno de los bolsillos del pijama para sonarme la nariz y al ver la encimera me dieron ganas de vomitar. Limpio bien el lugar y solo puedo recordar lo fabuloso que se veía sin camisa, como sus músculos se tensaban mientras tocaba a esa tipa, sus tatuajes se le ven tan perfectos y esa cabellera rubia que logra infartar a cualquier. ¡Calma Camila! ¡Aguanta, no estamos necesitadas! ¿Aún no?

Me preparo un emparedado de jamón y queso, cuando comienzo a escuchar jadeos intensos. Miro el pan y el hambre se escapa de mis manos. Observo a Tobby que me mira con una gran cara de asqueado al igual que yo.

— ¿Quieres salir un rato Tobby?

(....)

Tobby caminaba con su culito paradito mientras me arrastraba por las glamurosas calles de Fairfax, se paraba en cada esquina a oler todos los objetos y no hablar cuando otro perrito venian hacia él, se pone nervioso y quieren que lo cargue. Bueno ambos estábamos caminando cuando un increíble carro descapotable rojo se nos parqueo al lado con una música bastante alta.

—Cami ¿Qué haces por acá? ¿Y con Tobby?

Lauren bajo el volumen de la música y se nos queda mirando en espera de una respuesta.

—Lorenzo estaba en la casa con una chica haciendo cosas asquerosas, no quiero recordarme de los horribles jadeos. ¿A dónde vas?

—Para casa de Josh ¿Quieres venir?

Asentí inconforme pues para la casa no iba a volver hasta bien tarde, abrace a Tobby y nos montamos en el auto de Lau

Josh vivía en uno de los barrios más ricos de toda Fairfax, su casa literalmente era una gran mansión de 3 pisos donde todo está pulido en mármol, ósea una casa de ensueño. Ya saben que Josh es una gran partido, millonario, mujeriego y con una gran anaconda, un Poe Verne en persona.

En cuanto parqueo su auto, Lauren salió corriendo a los brazos de Sam, mientras que Tobby y yo temblábamos de nervios, bueno Tobby siempre está temblando. Jack seguía con su estilo misterioso, el típico estilo de me importa una verga todo el mundo, tenía una chaqueta negra, un pullover azul que tenía una calavera endemoniada y sus típicos jeans azules con sus botas negras altas.

Sam nos guío hasta la sala donde estaban todos reunidos a excepción de Lolo que, bueno sabemos en dónde anda y lo que está haciendo.

— ¡Trajiste a Tobby! —grita Josh de alegría mientras me arrebataba de las manos al pobre perro que temblaba de miedo — ¿Lorenzo sabe que su perro está aquí?

—Estaba muy entretenido en otra cosa, que ni cuenta se va a dar—sonrió y le pido que me devuelva al pobre chihuahua que está a punto de darle un infarto— ¿Qué van hacer hoy?

Jack por primera vez en días me dirige la mirada y suelta con fastidio su cigarro para responderme.

—Drogarnos ¿Quieres?

De seguro abrí mucho los ojos porque Lauren se empezó a reírse fuerte haciendo que me preocupara, además de comenzar a idear un plan de irme corriendo.

—Jack, no digas esas cosas que Camila va a pensar que somos chicos malos—le regaño el dueño de la casa mientras me daba una sonrisa maquiavélica — Nosotros vamos a ensayar, pero estamos esperando por Lorenzo.

Asentí un poco más calmada, mientras aun en mi mente seguía la idea de una fuga entre Tobby y yo. Me pongo hablar con Lauren, mientras los chicos preparaban una nueva canción. De pronto siento el sonido de la moto de mi querido hermanastro, no sé porque razón mis manos comienza a sudar, mi corazón latir por mil y los nervios están a flor de piel.

Lorenzo abre la puerta de la casa y viene acompañado de la morena de hace un rato. En su cara se ve una gran satisfacción, que la cambia totalmente cuando me ve con su perro en casa de Josh.

—Chicos, ella es Samara mi novia

Todos los chicos comienza a celebrarle el noviazgo, mientras que yo le paso la mano al perrito miedoso, Lauren se queda a mi lado mirando a la muchacha, como si la estuviera analizando.

Luego de un momento de charlas, Lorenzo me hace una seña para hablar. Le dejo el chihuahua a Lau que enseguida comienza hacerle cariño en la panza. Comienzo a sudar descontroladamente cuando me acercó y lo veo algo alterado. Creo que ya debemos dejar claro que es un bipolar sexy.

— ¿Qué haces con mi perro acá? —pregunto mientras mordía su labio inferior y me miraba fijamente.

—Salí a pasear con él, y bueno Lauren nos recogió —Me cruzo de brazos y arqueo una ceja para verme ruda — además ¿Qué te importa Lorenzo?

Comienza a reírse a carcajadas y me acorrala a la pared.

—A quien tratas de engañar topo, con esa estatura nunca vas a lograr verte ruda.

Me guiña un ojo para después despeinarme un poco.

—Te veías muy adorable con el pijama.

No aguanto más y le saco el dedo del medio, mientras Lorenzo se iba con sus compañeros de banda y su “actual” novia. Regreso con Lau que jugaba con Tobby aun.

—Esa tipa no me cae bien —me susurra bien bajito —Es su forma de ser que no me gusta.

— ¿Hablas de Samara?

Lauren asiente y vuelve a mirarla

—Tú debes de conocer a todos los encuentros amorosos de los chicos—Pregunto mientras esta asiente algo desconcentrada.

—Me sorprende que Lorenzo trajera novia después de lo que paso con la anterior

Una chispa de curiosidad se encendió en mí, ¿Qué sucedió con la novia anterior de Lorenzo? Porque nadie habla de esta chica, si marco tanto la vida de ese idiota.

— ¿Qué le paso Lau?

(....)

Decido ir al balcón de la casa de Josh para despejar mi mente, el aire fresco comienza a relajarme y saco de mi bolsillo un cigarrillo que le había quitado a Jack hace unos minutos sin que se diera cuenta. No soy mucho de fumar, pero cuando estoy estresada me relaja muchísimo.

—Sabes que fumar es dañino para tu salud, todos los días alguien muere de cáncer y tú podrías ser la próxima.

Miro al chico que tengo en frente de mí y de inmediato apago el cigarro.

—Sonaste a un maldito comercial para que la gente deje de fumar ¡Me convenciste! —bufé incomoda y acomodé mis piernas para abrazarlas. — ¿Terminó el ensayo?

—No —hablo Josh mientras imitaba mi acción además que sento a mi lado y sacaba un cigarro haciendo que lo mire mal —Estamos descansando.

— ¿No era que el cigarro es malo?

—Para ti, yo estoy jodido hace mucho tiempo Cami

Asiento, esa frase se me hizo bastante conocida y enseguida mi cerebro hizo ¡Clic! ¡Boulevard! Mi Luke Howland. Creo que debería de dejar de comparar la vida real con los personajes literarios.

Tobby enseguida viene corriendo y trae entre su boca una media sucia algo mordisqueada haciendo que los dos riéramos.

—Cam puedo preguntarte algo.

Yo enseguida asentí mientras arreglaba mi pelo que estaba hecho un asco en una coleta despeluzada.

— ¿Entre tú y Lorenzo no pasa nada? es que a veces se nota las miradas que se dan.

—Nos odiamos Josh —fingí una sonrisa mientras trataba de quitarle la media a Tobby— Si duramos cinco minutos de conversación sin fajarnos, es mucho.

Respondió el guitarrista principal con un *ok* haciendo que me sintiera incomoda por un rato.

—Panquesito quisieras salir conmigo algún día, ya sabes plan amigo.

Su pregunta me toma de sorpresa, no tengo en mente aun sobre lo que quiero. Yo solamente quería ser una chica normal, sin problemas en la escuela. No logro darle una respuesta porque escucho como mi teléfono comienza a sonar y veo que sale de contacto “Lorenzo Idiota”. Me disculpo con Josh y salgo en busca de Lorenzo, que seguía llamándome e insistiendo.

— ¿Dónde estabas? No me contestes ¡Nos vamos ahora!

No me da tiempo a reaccionar cuando me toma de la mano, me jala fuertemente hasta llegar a su moto y darme un casco. Comienza a llamar a Tobby que viene corriendo con una media en la boca, Lorenzo no lo piensa dos veces y me lo da para que lo cargue.

Me monto en su moto bajo regaño y arranca la moto a toda velocidad, aguanto fuertemente a Tobby de una mano, mientras que el otro trato agarrarme de algo para no caerme.

Veo que nos estamos alejando cada vez más de la casa, intento hablar pero el idiota no me hace caso. Al cabo de los minutos veo que frena suavemente al frente de un parque.

—Bájate Camila —Me grita con odia en sus palabras, me estremezco un poco y lehago caso.

Lorenzo parquea su moto, me coge de la mano para llevarme a un lugar apartado de todas las vistas chismosas.

— ¿Qué te sucede Camila? ¿Qué tienes en tu mente? Josh solamente te quiere utilizar para agregarte a uno de su lista, ¿Entiendes?

Gritaba cada vez más fuerte, puse a Tobby en el piso y me cruzo de brazos.

—Te entiendo, pero y si quiero que me utilicen. Quiero ver que siente que me utilicen ¡Espera! Joel hizo lo mismo conmigo.

—Lo de Joel ya es pasado, solo quiero cuidarte porque me preocupo por ti

Eso es lo que odio de Lorenzo, que un día quiera cuidarme y protegerme, mientras que el otro me odia y me trata como una m****a. Sin dudas la bipolaridad es una de sus mayores defectos

—No quiero que me cuides Lorenzo—le grite con lágrimas en mis ojos—Crees que me puedo sentirme protegida con una persona que un día me cuida, siento que empiezo a sentir algo más por él, mientras que al otro día me trata como una m****a. Además no quiero que me protejas, no quiero tener el mismo final de tu querida Fernanda.

Me arrepentí de lo que dije y enseguida tape mi boca. El chico que tenía al frente me miraba con más odio del que nunca pude imaginar.

—Te puedo permitir cualquier cosa, menos hablar mal de ella—gruñe entre dientes y enseguida fue caminando hasta un árbol para darle unos puñetazos bien fuertes haciendo que su mano empezara a sangrar.

No lo pensé dos veces y fui corriendo hacia donde estaba para detenerlo. Me puse delante de él y solamente sentí el roce de uno de los puños a centímetros de mi rostro. No lo pensé más y lo abrace fuertemente.

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