La media mañana había caído sobre los jardines de la lujosa propiedad Visconti, y Katherine le había pedido a Jhon que trajera a Henry hasta ella para que pudiese despedirse junto a sus hijos apropiadamente de su exesposo; no podía salir corriendo por allí hasta que la amenaza de aborto del que médico en irlanda le hablo pasara por completo. Jhon, le había respondido de buena manera asegurándole que haría venir a Henry a la habitación y alentándola a seguir el camino de la felicidad, sin embargo, sabía que algo extraño estaba ocurriendo, pues ahora el lugar estaba lleno de guardias y sentía que le estaban ocultando algo.

Sintiendo aquel dolor nuevamente, la joven rubia se había recostado nuevamente; con aquella amenaza sobre ella y lo mal que se sentía, le quedaba más que claro que no le sería posible salir ella misma a buscar a Henry. Confiaba en que Jhon lo trajera ante ella, y así, poner las cartas sobre la mesa finalmente, como debían de haberlo hecho desde el principio.

Katherine