7. ¿Adónde vas?
Erwan se encontraba vestido observándola dormir, después de la última vez que la había tomado había sido incapaz de conciliar el sueño, por lo que se dedicó a velar por su descanso.
—Buenos días —la saludó Erwan al verla despertar.
—Buenos días … yo…— en cuanto sus ojos se abrieron Victoria se sintió avergonzada por lo sucedido. ¿Realmente había perdido la virginidad en un lugar como ese?
Se levantó de la cama y buscó su ropa por el suelo, vistiéndose apresuradamente con el rostro encendido a causa de la vergüenza.
Erwan, intuyendo su intención de marcharse, se levantó del sillón y la tomó por la muñeca.
—¿Adónde vas? —le preguntó con suavidad.
—No lo sé... supongo que… —Victoria lo miró sin saber qué decir. A fin de cuentas, no volvería a ver a ese hombre—. Adiós —dijo con un hilo de voz e intentando salir del reservado en busca de sus amigos. Solo quería huir de ese lugar, de ese hombre y de las sensaciones que había experimentado.
Ni siquiera pudo cruzar la puerta cuando él le bloq