Capítulo 80: Confesión planeada.
Jacqueline inclinó ligeramente la cabeza.
—Muy bien —dijo finalmente, con su voz fría y firme—. Llegarás a mi mansión mañana temprano. Te daré una última oportunidad como matriarca de los Ainsworth. Si tienes información útil… da por hecho que serás una Ainsworth y haré que tu familia, te adore.
Candice tragó saliva. Su voz, baja y temblorosa, reflejaba una mezcla de miedo y determinación:
—No me interesa casarme con Alphonse… —hizo una pausa, inhalando profundo—. Pero mi herencia depende de eso. Haré un trato con él…
Jacqueline la interrumpió, su expresión impasible, como si nada de lo que Candice dijera importara.
—Eso no es de mi incumbencia ahora —sentenció con frialdad la matriarca—. Lo hablaremos después.
Doña Jacqueline colgó.
María, que observaba desde un costado, arqueó las cejas, intrigada, con el corazón latiendo un poco más rápido.
—¿Qué pasó, señora? —preguntó finalmente esa asistente, con su voz apenas un susurro.
Jacqueline sonrió de manera casi i