⁠✧✧✧ Esa tarde en Londres. ✧✧✧

En la mansión de los Spencer. El silencio reinaba en un salón abierto de estar.

Grandes puertas de cristal abiertas dejaban que una brisa fresca se colara en el interior.

Un piso de madera pulida que brillaba como un espejo, muebles elegantes y antiguos, con diseños victorianos.

La señora castaña posaba sus ojos de un color miel, en la distancia, hacia el jardín. Hacia los arbustos altos y podados a la perfección.

El cielo gris era casi un reflejo de su melancolía. Del dolor con el que había cargado por ya más de seis largos años.

Clink~

Un pequeño sonido se produjo, cuando ella tomó la taza de porcelana del platito. Y lo llevó a sus labios rojos.

Soltó un suspiro, respiró el aroma del té de lavanda. Y tomó un sorbo, cuando en ese instante…

Clack~

La puerta se abrió. Ella volvió a ver de reojo en esa dirección, el mayordomo ingresó, saludando cordialmente con una leve inclinación.

—Señora Spencer. Su invitado ha llegado.

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