Capítulo 180: Molestos síntomas.
Unos segundos después, dos empleados con guantes blancos se acercaron a una pared lateral donde había una gran farola de diseño antiguo. Uno de ellos tiró discretamente de una parte de la estructura.
Click~
La farola descendió unos centímetros, con un suave…
Rrrrr~
La pared comenzó a abrirse desde el centro, como dos enormes puertas ocultas. Rosalind se quedó con los ojos muy abiertos.
—Oh… —escapó de sus labios.
Detrás, se reveló otro salón conectado: una tarima elevada, un pequeño escenario de madera pulida, paredes con detalles de espejo, cortinas pesadas a los lados… y, al centro, un piano de cola antiguo, enorme, espléndido, negro y brillante.
Un hombre de traje oscuro apareció por una puerta lateral. Saludó con una inclinación discreta, se sentó frente al piano, ajustó la posición de sus manos… y comenzó a tocar.
Plin~ Plin~
Las primeras notas llenaron el aire, suaves, fluidas.
Mientras la melodía avanzaba, la entrada fue servida: una sopa suave, una pequeña porción