Ashley quedó atónita por un momento y lo miro con un poco de recelo.
—¿No eres presidente ejecutivo? — luego se arrepintió por haber hablado de más.
Tomo la copa llena de agua y bebió para ocultar su vergüenza.
Alan, por otro lado, se echó a reír.
—¿Revisaste mi billetera?
A ella no le quedó má