―Todavía no, cariño. Tenemos toda la noche.
Sus labios se separaron y sus ojos se volvieron hacia mí. Agarre sus rodillas y las pase por encima de mis hombros. Estaba completamente expuesta a mí, puedo jurar que es la mejor vista de mi vida.
Ella era como una diosa y yo estaba de rodillas adorándo