No queriendo estar un segundo más en ese lugar, grito perdiendo el control.
―¡Envíame de vuelta! ¡Envíame de vuelta ahora!
Elliot se sorprendió por su arrebato y luego camino hacia ella y la tomo de los hombros.
―Escúchame primero, no es lo que piensas…
―¡No quiero! ¡No voy a quedarme en este asquer