Andy señaló a Jenson y estaba a punto de decirles que él lo había hecho.

Sin embargo, ella vislumbró a Jenson sacudiendo la cabeza y Andy rápidamente palmeó su pecho, diciendo: “Sí, fui yo quien lo hizo”.

De repente, había un aplauso interminable en el aula.

Timothy le dijo a Quinton: “Nunca pensé que un gran talento como tú perdería contra una chica”.

Quinton miró a Andy con resentimiento, sintiéndose muy triste.

En este momento, Henry, que estaba a su lado, le dio un codazo a Quinton y sugirió con una sonrisa: “¿Qué tal si la cortejas, Quinton? Si tienes éxito, ella tendrá que escucharte sin importar lo capaz que ella sea”.

La mirada de Quinton se posó en la expresión valiente de Andy, y su rostro se llenó de desprecio. “¿Quien c*rajos estaría interesado en esa chica poco femenina? Además, ¿no es ella la novia de Jenson?”.

“Je, je, ¿de verdad crees que ella es la novia de Jenson? Su nombre es Andy Ares”, dijo Timothy.

Quintón volvió a mirar a Andy, una luz tenue brillando en