La declaración deleitó en secreto a los hijos legítimos, ya que suprimió apropiadamente los pensamientos de los hijos ilegítimos de cosechar algo sin sembrar.

Jenson dijo: “Los hijos nacidos fuera del matrimonio no son un asunto importante, ni tampoco un asunto pequeño que se pueda pasar por alto. Pero, dado que todavía son manchas moralmente imborrables, el Grupo Ares nunca contratará nuevos empleados que estén éticamente manchados”.

Esta era la forma en que Jenson intentaba arrancar una maleza de sus raíces, y sus palabras incluso sirvieron como una advertencia significativa.

Demostraba que a pesar de que Jenson aceptaba a los hijos nacidos fuera del matrimonio, no promovía la idea de permitir que nacieran más niños de forma ilegítima.

La ceremonia de la herencia terminó rápidamente justo después.

Cuando los accionistas de Empresas Ares se fueron uno tras otro, todos los hijos de la familia Ares, los nacidos dentro y fuera del matrimonio, permanecieron en el lugar. Rodearon