― No creo que le interese a Mariana ― conteste un tanto desanimado.
― ¿Es la chica que está en silla de ruedas? ― pregunto mi hermano un tanto curioso por lo que yo asentí, no sabía que era lo que me pasaba, pero si me gustaba y mucho daría todo por qué ella me hiciera caso o me aceptará un café, pero Mariana siempre vivía en su tristeza lo veía en sus ojos aquella chica era un alma triste.
― Jack, ¿Cómo conociste a la tal Mariana? ― pregunto Harry un tanto curioso.
― James la estaba molestando la vi vulnerable, sentí la necesidad de acercarme a ella ―le contesté sentándome al lado de mi hermano agachando un poco mi cabeza.
― ¿Te gusta verdad? ― pregunto mi hermano sonriendo un poco ignorando de aquel sujeto que ambos nos caían mal.
― Si me gusta mucho, pero ella nunca me hará caso ― respondí con la cabeza agachada, parecía absurdo, pero ahora estaba tirando la toalla tan fácilmente con Mariana.
― Entonces lucha por conquistarla hermano y verás que ella se enamorara de ti ― res