“¿Por qué les importa si tomo o no el puesto de jefe de la Agencia de Seguridad? ¿Por qué están tan agitados ahora?”.

Una mujer vestida con ropa nítida de repente se acercó y miró a Harvey.

“Tú eres Harvey, ¿verdad?”.

“Estás intentando reclamar tu puesto como el jefe de la Agencia de Seguridad, ¿no es así?”.

“¡Bueno, el Subjefe Bauer me dijo que te dijera algo!”.

“¡Dijo que no eres rival para Davian!”.

“¡Y que deberías irte ahora mismo!”.

“¡Y si el Subjefe Bauer te ve, te matará en el acto!”.

“¡¿Escuchaste eso?! ¡El Subjefe Bauer está dispuesto a dejarte ir ahora mismo a pesar de todo lo que le has hecho!”.

“¡¿Aún quieres seguir buscándote la muerte?!”.

Harvey solo sonrió.

“Dile al Subjefe Bauer que sus tácticas de provocación están empezando a perder su efecto sobre mí”.

“¿Crees que alguien como Davian puede hacerme pelear?”.

“Ni siquiera es digno”.

“Ya que cada uno de ustedes me quiere ahí dentro con tantas ganas, creo que debería volver a la cama ahora”.

“Me estoy can