Los dos pares de mesas se mostraba en el lugar, Isobel, les daba vuelta y vuelta, colocaba uno y otro y otro y otro de los centros de mesa
Fía se preguntaba ¿de dónde había sacado todo eso? Sin duda Isla Hunter tenía que ver en ello, mientras esta seguía observándolos
Isobel, camino hacia atrás, fue directamente hacia el gran arco que llenarían de flores, y observaba todo desde allí, ella fruncía el ceño de nuevo
Lo observaba y lo observaba con un gesto molesto, parecía estar frustrada, y parecía estar a punto de decir una y mil maldiciones mientras ella no tenía la menor idea a que iba con todo aquello
Isobel, de nuevo, se bajó de los pequeños escalones que habían puesto en el lugar para que ella y Kane se vieran más altos
De nuevo observó, se acercó a cada mesa y dio un replico, un fastidio y molesto, en lo que Fia con una agenda en sus manos observo el color de la tela
Estaba perfecto, observo las flores, tenía muchas más que pedir, pero también estaba perfecto
Todo parecía ser que