— Lo siento mi Luna, no puedo decir esto, Alfa me pidió que guardara el secreto.
— María, dijiste que tú lealtad estaba conmigo y si fue algo que pasó entre los dos, yo debo saberlo. — Dije sentándome y sintiéndome un poco tensa por lo que pudo haber pasado.
— Luna alguien les puso un afrodisíaco en la habitación y usted no dejaba de insistir en acostarse con él, no dejaba de insultarlo y quejarse de él, mientras el Alfa solo intentaba vestirla, pero usted le puso las cosas realmente difíciles, hasta que finalmente consiguió vestirla y estaba agotado, poco después llegó la doctora May a ayudarla, debió ser difícil para él controlarse cuando también tenía el afrodisíaco en su sistema e incluso tuvo que soportar sus insultos, no se como un Rey pudo luchar tan duro por vestir a su Luna. — Confesó María sin dejar de reírse, pero a mí esto no me causaba gracia.
Mi corazón se sintió un poco extraño, como una cierta calidez, era un poco tonto que él siendo el Rey Alfa hiciera todo para vestir