El plan perfecto. Parte 4
Jaló una silla y se sentó frente a ella, buscó entre mi abrigo y encuentro la misma cajetilla de cigarros que, días atrás, guardé cuando escuchaba a mi hermano y esperaba a que llegara la policía.
Luego de encontrarla, tomó un cigarro, lo enciendo, le doy una calada y luego, habló.
- ¡Habla…! Si descubro que algo de lo que dices es mentira, te juro que te arrepentirás… - dije en un tono frío y serio.
Soila solo podía ver como mi semblante había cambiado de uno frío e indiferente a otro, donde todo mi interés estaba puesto en cada una de las palabras que dijera.
- Era… Era el plan perfecto… - dijo Soila entre lágrimas y tratando de aguantar el dolor.
- Pues ni tan perfecto, porque mírate donde estás… - dije mientras la miraba fijamente.
- Luego de que Ana Teyssier… Luego de que ella se fuera, Mauro no lo calentaba ni el sol, todo el tiempo estaba de mal humor, él, quién por ese entonces estaba en el área creativa. ¡Dios! ¡Duele!
- Simon… Póngale algo para que deje de desangrarse… - dije