El plan perfecto. Parte 3
- ¡YA! ¡POR FAVOR! ¡YA! ¡PARA! ¡PARA! – gritó Soila viendo cómo los dedos de su mano estaban siendo rotos.
Yo solo miraba cómo la mujer se negaba a decir algo razonable, en este momento, sabía que esa mujer, era capaz de decir cualquier cosa con tal de que la dejaran libre.
- Simón… Dale un respiro a la señora, no seas tan brusco, apenas vamos 4 dedos. Déjame hablar con ella, si no acepta decir algo coherente, aún tenemos 6 dedos.
De hecho, aún tenemos estos bellos dedos del pie. – dije mientras me ponía cuclillas para acariciar el pie de la mujer.
- ¿Por? ¿Por qué solo yo…? – dijo Soila con la voz entrecortada.
- ¿Cómo? No entiendo tu pregunta… ¡Repítela! – dije con un tono de voz frío que se oye como eco en el lugar.
- ¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Por qué solo a mí? ¡Yo no soy la única…! – dijo Soila cansada.
- Uhmmm… Bueno, tú eres la única que por el momento tengo, pero descuida, ya le voy siguiendo el paso a tu amiguita Elena y, a tu examiga Martina.
Esta última ahora está desayunand