Las ideas de Julio coincidían con las de Sofía; ninguno de los dos creía que fuera un accidente.
—Sofía, estás en lo cierto, ya he enviado a Alejandro a investigar. Deberíamos tener resultados pronto, dijo Sofía.
Julio asintió con una sonrisa.
—Sofi, eres muy fuerte. Incluso si algo me sucediera en el futuro, confío en que podrás manejarlo todo.
—¡Julio! — La expresión de Sofía cambió instantáneamente cuando escuchó esas palabras. La miró fríamente y su tono se volvió muy serio. —Es mejor que no tengas pensamientos como esos. Si te atreves a meterte en problemas, yo...
—Me casaré con la persona que más detestas— ella resopló, sin saber realmente cómo amenazar a este hombre.
Julio rió ante su comentario, pero su risa fue tan fuerte que le dolió la herida en la espalda y la frente.
—Jeje... ¿entonces, quién crees que es la persona que más detesto en este momento?
Debido a la mala iluminación, Sofía no vio el sudor en la frente de Julio, y en su lugar, pensó cuidadosamente.
—¿Valerio?