Felipe no ingería licor desde hacia tiempo pero desde que la volvió a ver no podía controlarse; desde la barra con su martini la miró alejarse mientras admiraba su hermosa figura, sus movimientos, su cabello... notó cuando Marco le presentó a un desconocido. Se concentró en su copa y recordó su primer encuentro ocho años atrás cuando le dijo que su nombre era Gina. No supo cuánto tiempo pasó cuando notó que se dirigía a la pista de baile con el hombre desconocido. Terminó su quinto martini y se dirigió al lugar donde solo había quedado su padre.

-Hola, papá ¿Y Marco?

-Fue a atender una llamada. ¿Qué pasó con Alejandra? ¿por qué la dejaste venir? Creí que se estaban entendiendo...

Felipe pidió un whisky a una de las camareras mientras miraba a su padre con irritación.

-¿Qué pasa, Felipe?

-Nada, papá...nada

-¿Estás así por la chica? La dejaste sooola -dijo con énfasis- Ya tienes competencia y muy dura, este león te va a dar la pelea, llevan un rato bailando.

Felipe seguía en silencio