Capítulo 235.
Miré a mi pareja ignorando los murmullos confundidos una vez más de nuestro público.
-La Luna se encuentra en la Casa de la Manada. - Dijo Liam.
-Gracias. Reune a la manada. - Dije regresándole sus palabras para el duelo.
-Todo lo que mi Luna quiera.
Miré entonces a Gail. Él se encontraba recargado en uno de los árboles cercanos; parecía tan insensible a todo el asunto como yo.
Articuló un "¿Necesitas refuerzos?" y yo negué con la cabeza.
Me alejé caminando sin prisa con la mente en blanco.
Al llegar nuevamente a la zona residencial, otros lobos curiosos ya se encontraban rondando el perímetro. Rostros conocidos me saludaron, bendicieron, preguntaron por mi salud y elevaron una oración de agradecimiento a Nuestra Gran Madre porque estaba viva.
Les di ligeras respuestas y sonrisas en mi camino.
Entonces finalmente llegué a la Casa de la manada.
Estiré la mano y toqué con la palma la puerta de madera. Esa puerta parecía ser lo unico que se interponía entre mi pasad