Capítulo 119: Precavidas
Con el plan listo, se dirigieron al club deportivo.
Al llegar y pasar seguridad, el vehículo las dejó en la entrada del lugar.
- Gracias, te llamaré cuando terminemos.
- Entendido señorita, diviértanse – mencionó el chofer sonriéndole a la adolescente.
- Wa… que bonito – opinó Diana al ver los alrededores del lugar.
El lugar era lujoso, amplio con grandes jardines con senderos para que las personas corran y pudieran apreciar la naturaleza que consistía en varios árboles, matorrales con diferentes formas y flores muy aromáticas.
- Hm… a mí me gusta esa zona de rosales, donde tienen varios atrios con sillas, mesas y sillones para que uno descanse después de correr o caminar – comentó Vanesa mientras caminaban al edificio principal.
- Se ve que piensan en todo.
- Bueno deben hacerlo, ya que la cuota aquí no es nada barata.
- Me imagino.
- Buenos días señoritas, ¿su número de socios? – preguntó el joven que estaba en el recibidor.
- Mi número es el 1994 – indicó