PDV Teresa
El viaje no fue muy largo, nuestra ubicación no quedaba tan lejos, cuando Tomas y yo llegamos a la zona en cuestión, pudimos ver a un montón de turistas paseándose por el lugar.
Era la primera vez que veía estas cosas, las pirámides se alzaban a bastante altura, había gente por todas partes, algunos estaban agrupados en grupos de entre 10 a 50 personas, parecían ser grupos de turistas.
Me quede embobada viendo todo lo que había a mi alrededor, no sabía cuándo podría disfrutar de esta vista, debía aprovecharla todo lo que pudiera.
Mientras estaba absorta, sentí algo en mi mano, Tomas me la había agarrado y me estaba viendo en estos momentos.
—Vamos, —me dijo.
— ¿Adonde?
—Hacia allá —Tomas levanto su mano y señalo una de las pirámides que estaban cerca de noso