Capitulo 3

Carolina sabía que se trataba del hermano de Guillermo, era Gustavo.

Lo recordaba en las reuniones familiares, y en algunos eventos, le parecía un sujeto agradable, quizás fue la única persona de la casa que la trato con respeto.

Natalia se colocó una bata de inmediato, y se acercó a su hija y la jalo del brazo con rabia.

—¡¿Que haces aquí?!— le gritó mientras dejando sus uñas enterradas en la piel de Carolina la encerraba en la habitación de la chica.

— Creo que la de las preguntas tengo que ser yo, ese es Gustavo el hermano de Guillermo — abri los ojos mientras tomaba un poco de aire.

— Si, los dos tenemos una relación pero yo no tengo por qué darte explicaciones de lo que haga con mi vida, yo soy una mujer hecha y derecha — Natalia no quería qué Carolina estuviera atenta a esta situación.

— Yo no soy cualquier persona, soy tu hija, y lo mínimo que quiero es una explicación, entender porque mi mamá está cometiendo una traición semejante — Carolina no podía salir de su asombro por la tranquilidad de su mamá.

— Ya te respondí, mi matrimonio con Guillermo no está bien, el lleva años con amantes y sin tocarme, Gustavo me quiere y tenemos este convenio para tener una relación "abierta" — Natalia quería convencer a Carolina que esto era "normal".

Gustavo entro en escena, entro a la habitación de la chica — Déjame hablar contigo, creo que yo puedo explicar mejor que nadie lo que sucede —.

Tomo de la mano a Carolina y la saco de allí para discutir en el jardín sobre este tema.

— Si de verdad quieres a mi mamá, te exijo que la dejes o que ella termine su relación con Guillermo, creo que es lo correcto — tenía un nudo en la garganta..

— Guillermo no va a dejar a tu mamá y tú sabes muy bien porque — Gustavo hablaba con seguridad mientras que Carolina abría los ojos .

— No se de que estás hablando — la voz de Carolina temblaba.

— Tu sabes muy bien y no juzgues a tu mamá, ella solo hace esto para alejarte pero los dos sabemos que regresaste por respuestas sobre lo que sucedió con tu papá — Gustavo le hablaba con seguridad como si el leyera la mente de Carolina.

—¿Como sabes eso? Yo... — Carolina pensó que estaba haciendo las cosas bien, que no estaba siendo visible su posible venganza.

— Tú has buscado la verdad desde lejos y yo de cerca, a veces sin saber chocamos en la investigación, tu papá era mi amigo y quiero saber ¿Que paso? Y creo que los dos sabemos que Guillermo fue el culpable — Gustavo le daba a Carolina la respuesta que estaba buscando.

— Si es verdad lo que dices, ayudame, quiero saber lo que pasó — Carolina quería trabajar con él en equipo.

— Lo primero sigue en la empresa, intenta estar cerca de el, ser su mano derecha en todo, sobre lo que tu mamá y yo se que tarde o temprano vamos a poder decirle al mundo que tenemos algo pero por ahora no es posible — Gustavo se ofreció a ayudar a Carolina con la busqueda de la verdad.

—¿Porque haces esto? Guillermo es tu hermano — Carolina no entendía la actitud de Gustavo.

— Solo quiero la verdad, saber que pasó con mi amigo, con mis padres y poder estar con Natalia — Gustavo le dio la mano y se alejo para que ella meditara.

Natalia se acercó a Gustavo y lo abrazo

—¿Pudiste convencerla de no decir nada?— cuestión de inmediato.

— Si, pero debemos cuidarnos — Gustavo se despidió no sin antes decirle a Natalia que su relación tenía que estar en pausa.

Natalia suspiro — no te puedes imaginar lo que odio a esa estúpida — hablaba con desagrado de Carolina, su hija.

*****

Carolina agarro la foto de su padre y le juro que le quitaría la máscara a Guillermo sin importar las consecuencias.

En la noche, como de costumbre la cena se puso tensa, pero Carolina había iniciado si plan de seducción, se quitó el zapato y debajo de la mesa empezó a mover su pie tocando la pierna de Guillermo.

El hombre fingió que nada pasaba mientras Fanny y Natalia hablaban de la preparación de la noche de compromiso.

Pablo se fue para pasar el rato con unos amigos, el disgusto con ella lo había dejado muy mal, así no quisiera aceptarlo le incomodaba mucho sentir algo por Carolina.

Carolina también decidió subir a su habitación, le incomodaba demasiado ver la manera en la que su mamá, trataba a Fanny mientras que a ella parecía detestarla.

Era una no deseada.

Guillermo tenía que hablar con Carolina, no solamente por lo que había ocurrido en la oficina si no ahora en la mesa.

Subió a la habitación de la chica .

— Quiero repetirte de nuevo, no quiero que tengamos ningún tipo de relación que no sea familiar o Laboral, te traje de regreso para que mejores la relación con tu mamá para nada más — Guillermo quería usar un tono autoritario.

Ella soltó una sonrisa seductora, quería tener a Guillermo en la palma de su mano y si su belleza podía ser una herramienta la usaría para saber la verdad que tanto necesitaba y la justicia que buscaba.

— Por mi no hay problema, solo que quiero una relación mucho más cercana — Carolina se quitó el vestido quedando delante de Guillermo en un coqueto y sensual conjunto de lencería negro de encaje.

Guillermo la miró de arriba a abajo, su belleza era una perfección, además desde que Natalia y el habían tenido el distanciamiento en la alcoba no había tocado a una mujer, eso ya hace más de 5 años.

— Tu sabes mejor que nadie que esto no es posible, soy el esposo de tu mamá — Guillermo se intenta a alejar de la tentación.

— Y creo que eso es lo que más te gusta — Carolina se acostó sobre la cama, ella misma era un manojo de nervios, no sabía que estaba haciendo porque no era una experta en esta área.

Guillermo se acercó y empezó a besar su cuerpo desde las piernas subiendo por su abdomen hasta llegar a su boca, Carolina nerviosa intento quitarle el pantalón pero el se levantó de la cama.

— No, esto no va a pasar, creo que lo mejor es que te vayas de la casa — el se agarró la cabeza.

—¿Porque no quieres?— Carolina se acercó y le hablo en el oído.

Guillermo la tomo del mentón con fuerza y la beso con pasión, una que ella nunca pensó sentir, parecía que ese beso era un juego intenso de bocas.

— Porque si esto empieza no voy a acabar hasta que seas mía — La respuesta de Guillermo fue ruda y sensual, Carolina se quedó de una pieza.

Guillermo salió de la habitación de inmediato mientras ella se quedó congelada.

<¿Me excita esto?> Se preguntó a ella misma sin entender porque se sintió erizada al ver la decisión fuerte y algo dominante de Guillermo.

El regreso a su habitación y sin más empezó a empacar sus cosas mientras Natalia lo observaba incrédula —¿Que haces?—.

— Creo que lo que debí hacer hace muchos años, no tenemos como tal un matrimonio y creo que debemos iniciar el proceso de divorcio — Guillermo no sólo sentía culpa por lo que empezaba a sentir por Carolina si no porque sabía que su relación con Natalia era de apariencias.

— No me puedes dejar, tú sabes que te amo pero que mi problema es psicologico, se que te descuide pero te amo — Natalia mentía.

Natalia estaba junto a Guillermo por el dinero, para nadie era un secreto que después de la muerte de su esposo se quedó en quiebra, y que Guillermo le daba la estabilidad que había querido desde siempre.

— Esto no funciona, yo sé que firmamos bienes separados al casarnos pero te voy a dar una suma mensual para solventar tus gastos — Guillermo estaba decidido en acabar con la relación.

Natalia agarro un par de tijeras, y se las puso en la mano — Si me dejas me mato — el truco más viejo que había usado.

Guillermo se alteró, se acercó a ella y le quitó ese elemento, ella lo abrazo y le prometió que se haría el tratamiento psicológico para poder estar con el.

El se sentía entre la espada y la pared, accedió de inmediato a ayudar a su esposa, pero sabía que esto iba a terminar, que él ya no quería estar con ella.

— Está bien, yo.... Vamos a intentarlo — suspiro mientras Natalia sonreía, había algo claro, siempre que se proponía algo lo lograba.

Muy temprano Carolina tomo una ducha para ir al trabajo, quería estar lista para el siguiente paso, en la oficina la seducción tenía que ser más intensa, pero tenía miedo de caer.

Gustavo le había mandado un mensaje " Busca en los archivos del año que murió tu padre".

Lo poco que había hablado con Gustavo era clave, tenía que buscar en los archivos de la empresa.

Eso era una nueva guía para ella, para buscar un camino de respuestas que a veces parecía lejano.

Al abrir la cabina de la ducha, Pablo estaba allí mirando su cuerpo con deseo y queriendo entrar en la ducha con ella.

—¿Que haces aquí?— pregunto ella.

— Lo que debí hacer hace 5 años en vez de burlarme de ti — Pablo la beso a la fuerza.