JUEGO LENTO

CAPITULO 2

Carolina se puso muy nerviosa al ver a Guillermo delante de ella —¡Lárgate!— fue lo único que grito mientras los nervios la invadían.

El se quedó helado, pero reaccionó cerrando la puerta mientras ella se cubría con la bata de seda que tenía en la cama.

Carolina se quedó perpleja, nunca antes un hombre la había visto desnuda y el , precisamente el hombre que odiaba era el primero.

Guillermo no podía inspirar en ella más que odio, seguía segura que el era el amante de su madre y como olvidar esa noche.

 Carolina y su padre estaban teniendo una partida de ajedrez cuando recibió una llamada —¿Esta seguro detective?— pregunto su padre varias veces, después de colgar agachó la mirada.

—¿Que pasa papá? Te veo muy alterado con esa llamada — fue extraño para Carolina ver una cara de derrotismo a su padre.

— Quiero confesarte algo, desde hace meses sospecho que tú madre tiene una relación extramatrimonial, el abogado me dice que se trata de Bolton — su padre no alcanzo a terminar la frase cuando un grupo de hombres entraron a la casa.

Su padre de inmediato la oculto en el clóset, espero que los hombres se fueran pero uno de ellos, la sombra negra que persigue las pesadillas de Carolina le disparó a su padre y se fueron de allí.

Desde ese momento se le quedó grabado ese apellido y más cuando se enteró que Bolton era el nuevo futuro esposo de su madre.

****

Guillermo llega a su habitación, estaba muy nervioso y decide tomar una ducha, nunca imagino que ella se convirtiera en una mujer tan bella, pero no puede ni quiere pensar en ella como mujer.

Natalia llega a la habitación y le reprocha a su esposo — Lo mejor es que ella regrese a Europa, ella solo nos va a traer problemas — repetía intentando convencer a su esposo.

— Ella se va a quedar aquí, es mi última palabra y espero que no me lleves la contraria — Guillermo se colocó la pijama.

— Está bien, pero no la lleves a la empresa, Fanny estaba muy molesta y no quiero que ella discuta con Pablo a tan pocas semanas de la fiesta de compromiso — Natalia estaba empeñada en que su hija no salga de la casa, parece que es más una enemiga que la hija que acaba de regresar desde lejos en busca de una oportunidad.

— Solo haré lo que ella me pida, si tu hija no quiere ir a la oficina para ser mi secretaria creo que es la mejor opción — Guillermo tenía el rostro ruborizado.

Se acercó a Natalia, la beso en el cuello, quería tener intimidad con su esposa pero la mujer de inmediato lo alejo, hacia un gesto con las cejas de asco.

— No estoy aún preparada, sabes que después de lo que pasó no puedo estar contigo — Natalia le decía a Guillermo que había sido víctima de un abuso un día en la calle y que no se sentía preparada para estar con el, esto prácticamente desde el inicio de su matrimonio.

Amanece....

Carolina se prepara para bajar a desayunar, no sabe que decirle a Guillermo peor necesita ser su secretaria y estar cerca de el y de la empresa para saber que sucedió con su padre.

Guillermo se sonroja al verla y sin querer lanza un vaso de jugo de naranja en la mesa, la empleada limpia de inmediato.

—¿Porque bajas tan arreglada?— pregunta Natalia algo enojada 

— Voy a trabar, Guillermo me pidió ayudarla y lo voy hacer — Carolina termino rápidamente su plato —¿La propuesta cambio?— cuestiona.

— No, su Carolina quiere trabajar en la empresa no hay problema — Guillermo se limpio los labios y se levantó de la mesa.

 Carolina y el se subieron al automóvil, donde lo primero que hizo Guillermo fue pedirle perdón por lo que sucedió

— Yo nunca entro sin tocar, me siento avergonzado — manejaba a gran velocidad.

— Lo importante es que te guste lo que viste — Carolina tomo la decisión de seducir a su padrastro, era la única manera que vio para intentar entender lo que había sucedido con su padre, quería verdad pero sobre todo venganza.

Guillermo no supo que responder a la que era una evidente insinuación, al llegar a la oficina le presento a todos los presentes a su hijastra, quien ocuparía el lugar de secretaria.

Guillermo le entrego a Carolina su agenda y le mostró varias de las funciones como hacer llamadas y organizar juntas

— Créeme que nombrarte mi mano derecha es una decisión de mucha confianza pero confío en que lo puedes hacer bien — el sonrio.

— Por supuesto, yo no sólo se hacer llamadas, o programar citas, puedo hacer mucho más de lo que deseas en tu cabeza — Carolina se mordió el labio superior y salio de la oficina moviendo la cadera.

Guillermo se estaba poniendo en una situación difícil, era imposible negar que le gustaba pero no quería sentir esto pues la culpa llegaba a su piel.

Carolina tomo un poco de aire, encendió un cigarrillo en el área de fumar de la oficina , la ansiedad estaba a tope.

Pablo llegó, le quitó el cigarro de la mano para compartir fuego, encendió el suyo y la miró con una sonrisa.

— Me imagino que estás feliz con tu primer día — sonrió mientras le acomoda el cabello detrás de la oreja.

— Si, pero prefiero que te mantengas alejado de mi, no quiero que tú novia me siga derramando el vino — ella apagó el cigarrillo e intento irse de la habitación pero Pablo la detuvo.

— Yo se que te gustó desde que estábamos jóvenes, deberías acepta estar conmigo en una relación clandestina — Pablo le dio un beso en el cuello.

—¿Vas a dejar a tu novia por mi?— pregunto en un tono irónico Carolina mientras fruncía el ceño.

— Por supuesto que no, hay dos tipos de mujeres, con las que te casas, con las que tienes hijos y puedes mostrarla orgulloso delante de tus amigos, y mujeres que son para la cama y vivir una aventura pasional sin ataduras — Pablo siempre había sido un arrogante.

— Según eso, tu propuesta es que yo sea la segunda, la amante — Carolina soltó una sonrisa burlona mientras lo miraba frunciendo el ceño.

— Si, nadie te tomaría en serio nunca en la vida , eres hermosa, sensual pero patética — Pablo soltó una carcajada.

Carolina le quitó el cigarro de la boca y lo miro tan cerca que por un momento Pablo pensó que lo besaría y por ende aceptaría la propuesta.

— Y las mujeres tenemos dos tipos de hombres, con los que nos casamos y tenemos hijos, con los que tenemos una aventura porque son un éxtasis en la cama, y no estás en ninguna de las dos categorías en mi lista, solo en el oscuro hueco de un perdedor que no inspira un mal pensamiento — Carolina le quema la mano con el cigarro que le quitó y Pablo lanza un grito.

—¡Maldita!— grita mientras le da un empujón.

Carolina le da una fuerte cachetada 

— No te atrevas a meterte de nuevo conmigo — ella sabía que la rabia de sus ojos era suficiente para contener un león.

— Te trato como te mereces, eres igual que tu mamá una vagabunda — Pablo estaba furioso por lo sucedido.

De nuevo ella intento darle una cachetada pero él le tomo la mano con fuerza y Carolina le pego un fuerte pisotón.

— De mi mamá no hables — dijo con los nervios por la rabia.

— Todo el mundo sabe que tu mamá es una mujerzuela, que mi papá solo es un idiota , si no me crees ve de inmediato a la casa — Pablo se fue de allí cerrando la puerta de un solo golpe.

Carolina corrió hasta su escritorio y entro en la oficina de Guillermo, no quería decirle nada.

—¿Estas bien?— pregunta el levantadose de su silla de cuero reclinable que denotaba el poder del CEO poderoso.

— Tengo que irme a casa, te prometo que esto no va a volver a pasar — Carolina no quería perder su trabajo y su oportunidad de demostrar que su padre era una víctima de Guillermo.

— Antes de que te vayas, quiero dejarte en claro que la relación de los dos solo está en el límite familiar y laboral, no quiero malentendidos — Guillermo sentía que era lo correcto por el amor que sentía por su esposa poner un límite a lo que sentía y a los acercamientos de Carolina.

Carolina no respondió nada más que un "ajá" y se fue corriendo de allí con los nervios en su garganta.

Pidió un taxi y le pidió al conductor que manejara a gran velocidad, no quería creer en Pablo.

Era verdad lo que él había dicho, cuando era una adolescente sintió una leve atracción por el, y Pablo se burló de ella, pero quería olvidarse de esa etapa una de las causante de su alejamiento de la vida de su madre.

Pablo nunca iba a ser el galán que pretendía ser, ella conocía su corazón más que nadie.

Al llegar a casa, una de las empleadas se sorprendió —¿Que hace aquí tan temprano? No se supone que usted está trabajando con el señor — su nerviosismo era claro pero Carolina le dio un leve empujón.

Subió a la habitación de su madre y abrió casi de un golpe, allí estaba ella encima de otro hombre, estaba con su amante.

—¡¿Que esto mamá?!— grito ella llena de rabia sin entender nada de lo que estaba pasando.

Natalia de un solo salto se bajó de la cama revelando la cara de su amante, nada más y nada menos que el hermano de Guillermo.

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