CAPITULO 1

El viaje fue extenuante para Carolina, en medio de la rabia y desasosiego de un viaje a su pasado.

La esperaba un chófer, uno de los que lucía su peor enemigo como un trofeo de guerra, su padre el era el dueño de todo y cuando murió el único que salió beneficiado fue Guillermo.

Recuerda cuando a pocas semanas de la muerte de su padre, su madre le contó aquella noticia, no podía creer que su madre se olvidará de esa manera rápida de su padre, la rabia se metió en su pecho.

Desde el primer momento se convirtió en una inmanejable, además tenía problemas con Pablo, su hermanastro un año mayor que ella pero con el cerebro de un niño de 5 años, inmaduro e incapaz de sentir compasión.

—¿Te sientes bien amiga? Yo sigo pensando que está es una mala idea, no sabes si ese hombre en verdad es malo — le dice Paola, su mejor amiga que la acompaña en la travesía, pues sus padres le han dado vía libre a seguir sus sueños.

— Yo se que el fue el culpable, la única persona beneficiada, ellos eran socios, se quedó con la empresa, con mamá y con el dinero pero yo vengo a recuperar lo que es mío — Carolina encendía un cigarrillo, un hábito indudablemente relacionado con su estrés y ansiedad.

Antes de llegar a la mansión deja a su amiga en su departamento, después llega a la que debería ser su casa.

—¡Mamá!— se lanza sobre los brazos de quién debió ser su refugio, la mujer que debió cuidarla.

Natalia se aleja de inmediato — Quiero dejarte algo en claro Carolina, yo no quería que regresaras, mi vida ha sido más que feliz en los últimos años, y te voy a pedir el favor que te comportes — .

Carolina esperaba otro tipo de recibimiento, era su mamá y esperaba que como mínimo le demostrará su cariño de otra manera.

— Pensé que después de 5 años alejada de ti me recibirás de otra manera — tomo un poco aire, penso que su mamá había cambiado.

— Te recuerdo que solo estás aquí por el gran corazón de Guillermo, pero a la primera te largas — chasqueo los dedos y frunció el ceño.

La nana de Carolina, se acercó y le dio un fuerte abrazo, ella si quería que la niña que había cuidado desde bebe se quedara con ella y la llevo a su habitación.

— Pensé que el recibimiento de mi madre después de 5 años fuera de casa sería diferente, pero me doy cuenta que es la misma insensible — Carolina tenía una lágrima en el ojo.

La relación con su madre nunca fue la mejor, ella sabía que su madre era mujer fría y que parecía no quererla algo que nunca entendio, pero la amaba.

— Tienes que darle tiempo a Natalia, después de todo lo que pasó, tiene miedo que llegues con tu actitud rebelde — la niñera de Carolina, La señora Emma, le da varios consejos.

Carolina se instala en su habitación, la misma que tuvo durante un par de meses cuando era niña, aún están todos sus juguetes, todo lo que un día le represento una hermosa niñez y que fue destruida por la muerte de su padre.

Pablo, su hermanastro es el primero en llegar a la habitación para saludarla.

— Regreso la niña del exorcista — bromea con una sonrisa, pero se da cuenta que aquella niña sin gracia ahora es una mujer hermosa.

— Y tu eres el hijo de Chucky — ella le extendio la mano, quería ser cordial, esperaba que esas disputas de niños hubieran quedado en el pasado.

— Me alegra mucho que regresaras, no tenemos la mejor relación pero quizás más adelante nos tratemos más como un hombre y una mujer que como hermanastros — le dio un beso en la mano que ella rechazo de inmediato.

— Prefiero el trato de dos personas que viven en la misma casa — ella abrió los ojos — Además se que te vas a casar, no creo que a tu novia le guste nada de esto — .

Carolina quería poner un límite a lo que parecía ser una insinuacion de su hermanastro.

— Papá te quiere a las 8PM en el comedor, quiere que te demos la bienvenida a esta familia — Pablo le dio un beso en la mejilla y olfateo un poco la loción mientras ella se alejaba incomoda.

Al llegar la noche, Carolina se colocó un vestido y bajo al comedor, su madre estaba tomando una copa de vino en Compañía del hermano de Guillermo, un hombre desagradable como lo es Víctor.

Guillermo se presentó, Carolina no lo recordaba, no sabía que con el Tiempo se convertiría en un hombre apuesto, lo miro de arriba a abajo, era un hombre interesante.

Mordió su labio y lo miro sin recordar por un momento su propósito, tenía que recordar que debía odiarlo.

— Lamento el retraso, tuve algunos asuntos de último momento, me alegra que estés aquí Carolina — la abrazo y ella sintió como si loción impregnaba sus fosas nasales.

Al sentarse en el comedor, el menú estaba lejos de ser del agrado de Carolina — Tu sabes mamá que soy vegetariana¿No pensaste en mi?— ella sentía que le dolía la actitud de su madre.

— No te preocupes, el señor Guillermo nos pidió hacerte tu receta vegetariana favorita — le dijo la nana mientras le colocaba en la mesa un delicioso plato de Ratatouille.

El sonrio mientras Carolina no podía creer que él si se acordará de uno de sus platillos favoritos.

—¿Que piensas hacer ahora que regresaste?— pregunta la novia de Pablo, Fanny, que mira con cierta arrogancia y altivez a Carolina.

— Quiero estudiar pero creo que primero voy a conseguir un trabajo en verano — Carolina no sabía cuál plan seguir para su vida, lo único que tenía claro era que necesitaba averiguar la verdad de la muerte de su papá.

— Carolina no sabe hacer nada bien, todo lo que se propone siempre lo hace mal — Natalia siempre tenía el comentario venenoso perfecto, para acabar con la seguridad y autoestima de su hija.

Carolina no podía creer que su madre se expresará de esa manera, de inmediato decidió levantarse de la mesa.

— Ella va a trabajar para mí en este verano, mi secretaria me pidio licencia de maternidad y creo que Carolina puede hacer ese trabajo — Guillermo intentaba que la situación de madre e hija no fuera tan estresante.

— ¿Es enserio? Yo ... — Carolina no esperaba está propuesta.

— No estoy de acuerdo — quien se levantó para sorpresa de todos de la mesa fue Fanny la novia de Pablo.

—¡¿Que te pasa?!— exclamo Guillermo mientras fruncía el ceño

—¿Porque dices eso cariño?— Natalia parecía ser más comprensiva con Fanny que con su propia hija .

— Si ella trabaja en la empresa, significa que esa mujer va a estar cerca de Pablo para coquetear, y yo se lo que ella quiere, tener un idiota para que le de dinero — Fanny le lanzó la bebida en el vestido de Carolina.

Ella se levantó de la mesa y agarro a Fanny de los cabellos, no podía dejar que una mujer que no la conocía la tratará de esa manera y le faltará al respeto.

Pablo logro separarlas, en ese momento Carolina sentía que su sangre hervía como gasolina en medio de una chispa de calor.

Natalia se acercó a Carolina y le dio una fuerte cachetada —¿Porque me pegas a mi? Yo soy tu hija y deberías defenderme de el trato malintencionado de esta mujer — Carolina solo agarro su mejilla incrédula de la actitud de su madre.

— Sabía que tú regreso solo era para desgracias, no sabes lo infeliz que soy al saber que tengo una hija como tú, desearía que nunca hubieras nacido — Natalia temblaba por la rabia de su cabeza.

Carolina sentía que su corazón se rompía en mil pedazos, mientras Guillermo intentaba dimitir en la situación, era algo nuevo para el.

— Gracias por recordarme que nunca fuiste una buena madre y que no mereces mi cariño — Carolina salió corriendo para su habitación .

Guillermo decidió hacer lo que Natalia no quiso — Fanny, espero que mañana le pidas una disculpa a Carolina —.

— Por supuesto que no, le dije las verdades en su cara, ella solo es una desgracia — decía Fanny alterada.

— Si no lo haces, el matrimonio está cancelado, debes respetar a los miembros de mi familia si quieres ser parte de ella y Carolina es parte de esta familia — Guillermo alzó la voz algo extraño y poco visto en el.

El hombre decidio subir a la habitación de Carolina, imprudente en medio de la presión abrió la puerta — Quiero hablar contigo y pedirte disculpas.... — se quedó en silencio.

Carolina se había quitado el vestido y solo la cubría una pequeña pantaleta, ella abrió los ojos e intento cubrirse con sus manos.