Nathan Domenech
Hoy no me quedare durmiendo en la oficina, hablare con mi hijo como fue tratado hoy por la nueva maestra tutora e investigar como es. Así podre llamarla sabiendo un poco mas de ella. Escucho como tocan mi puerta.
—Adelante. — mando con seriedad.
—Hola, cariño. — saluda una mujer rubia con caderas hermosas, otro regalo de Drake.
—Largo, no quiero nada. — mando centrándome en mis papeles.
—Pero el señor…
—¡Dije que te largaras! — exclamo haciendo que dé un gritito y se fuera corriendo con sus tacos altos. Marco la extensión de Drake que contesta tarde algo fatigado a lo que giro mis ojos. —No mandes más de tus estúpidos regalos, se buscarme una mujer. Y despide a tu puta secretaria si lo único que sabe hacer es fornicar. — cuelgo, pero lo vuelvo a llamar. —Me iré temprano, así que te dejo el trabajo.
—Ay, por favor, Nathan, no me puedes regañar de tal manera… — le cuelgo mientras seguía q