************LEONARDO************
—El hotel es muy bonito —le comento; y ella me sonríe.
—Pues... yo ni siquiera sabía que nos íbamos a quedar aquí cuando llegamos a Ibiza —me informa—. Chiara y Francis se ocuparon de todo junto a mis padres.
—¿Sus padres? —cuestiono curioso; y ella sonríe a la vez que se dedica a suspirar con mucha serenidad.
—Sí, mis padres, de alguna manera, insistieron en que yo debía de hacer este viaje —me señala; y aquel dato me pareció curioso.
—Cuando yo le comenté de mi viaje a mis padres, también pensaron de manera similar a sus padres —le cuento.
—¿Por qué dice eso?
—Porque se alegraron y me dijeron que estaba tomando una buena decisión para relajarme.
—¿Su trabajo es extenuante? —me pregunta de manera repentina y curiosa.
—Sí, algo...
—¿Algo?
—Bueno, no —sonrío—, Bastante —aclaro divertido; y ella ríe un poco de manera ligera.
—Pero lo gusta —precisa ella; de forma sorpresiva, y debía decir que lo que había dicho era demasiado cierto.
—Sí, es verdad —conte