***************LEO****************
—¿Estás seguro de que no perderé a mis hijos? —pregunto de manera insistente.
—¿Cuándo te he fallado? —me responde Max con una pregunta.
—Lo siento; no es por desconfiar de ti, pero este tema de las custodias y la amenaza de Norka me han puesto muy nervioso —señalo serio.
—Lo sé; es natural; no te preocupes.
—Gracias por comprender, Max...
—Para eso estoy, Leonardo —señala relajado al bostezar—. Para escuchar las tonterías que haces y aconsejarte para que no pierdas otra oportunidad y, quizás, la última, en el amor —enfatiza firme.
—Tienes razón en lo que has dicho —manifiesto serio—. Pero... si regreso a Ibiza, no es por el miedo a no tener otra oportunidad en el amor.
—¿Entonces?
—Es porque esa oportunidad no sea con Lorey —señalo de pronto; y Max comienza a reírse.
—Y ahí va aflorando el Leo romántico que siempre he conocido —precisa con mucha diversión al continuar riendo—. Entonces... ¿regresarás a Ibiza?
—Sí, regresaré a Ibiza.
—¿Después de eso