57. No permitiré que me destruyas
Hanna
Me duele horrible la cabeza, eso es lo primero que pienso cuando despierto. Los ojos me pesan al intentar abrirlos y siento todo el cuerpo adolorido como si hubiera dormido en una mala posición.
Lo intento, una, dos… tres veces hasta que finalmente consigo abrir los ojos y entonces todo mi cuerpo se tensa al no ver nada. Por un instante pienso que he quedado ciega hasta que consigo diferenciar formas y caigo en cuenta que todo está oscuro a mi alrededor.
Intento moverme y solo entonces me doy cuenta de que estoy en el suelo y que mis manos están cruelmente atadas a una cadena sujeta a la pared de lo que creo es un sótano.
Puedo sentir mis latidos comenzar a latir frenéticos mientras que los recuerdos comienzan a llegar uno a uno a mi.
Me ha llevado…
Intento ponerme en pie pero las cadenas me lo impiden, entonces el lugar entero se llena de luz haciendo que por un instante piense que han venido a rescatarme, pero ese pensamiento desaparece cuando me encuentro viendo de fren