Paso una semana y Mérida mantuvo comunicación en todo momento con John, pero no había podido convencerla de aceptar a invitación a palacio.
Había sido una semana excesivamente larga entre obligaciones y deberes y tan solo esperaba poder vera a ella sin embargo ella había decidido que no era una buena idea viajar y que no había poder humano que la hiciera cambiar de opinión.
Se dijo que no estaría dispuesta a recibir malos tratos de nadie y mucho menos humil