POV Benjamín.
Mis pasos rápidos mostraban el afán por salir de aquel salón, la llevaba conmigo hacia un jardín que está afuera. Rodé la puerta de cristal y tan pronto salimos, la tomé de la cintura, la pegué a una pared y la besé.
Estaba deseoso de ella, tenía muchas ganas de hacerla mía, en aquel beso creo que se lo he demostrado. De estar en casa, ya estaríamos desnudos.
Solté sus labios cuando me faltó el aire, pero me quedé pegado a su rostro. Mis labios rozaban los suyos, mi nariz estaba pegada a la de ella, era increíble la conexión, el deseo, el placer que ella despertaba en mí.
Iba por su boca una vez más, pero ella apartó su mirada.
—Espera…
—¿Qué pasa? no hay nadie aquí, podemos…
—No, no es eso. Es que, yo…
Ella intenta bajar su mirada, pero tomo su mentón y la hago verme.
—¿Qué pasa?
—Benjamín, ¿yo te gusto?
En su mirada en el tono de su voz, sentí un poco de preocupación.
—Sí, de no gustarme no estaría aquí ahora ¿no crees?
—Sí, pero me refiero a… si te gusto de verdad, no