—La has jodido bastante bien, amigo. —Dijo el hombre rascándose la cabeza.
—No te metas en esto.
—Pues tengo que meterme, ¿sabes por qué? —Dijo él acercándose y clavando su dedo índice en el pecho de Greg. —Porque esa mujer que ves allí, caminando y alejándose de nosotros estuvo a punto de ahogarse en la piscina hace menos de treinta minutos y de no haber sido porque yo estaba cerca, ahora estuviéramos contando una historia muy diferente.
La sangre se le heló en las venas.
A punto de ahogarse. ¿Cómo es que estuvo a punto de ahogarse?
—¿De qué estás hablando? Ella es bastante cuidad